Pensar en el 2020 conlleva reflexiones sobre acontecimientos inesperados en la inercia de una vida con rutinas predeterminadas. Después del cambio con la elección presidencial del 2018, las expectativas se ponen en las transformaciones que un nuevo gobierno promete en el bienestar social.
Se vislumbra un futuro de esperanzas en capas de la población que por años y años liberaban esfuerzos y no avanzaban, no tenían logros en sus niveles de vida. La pobreza no cedió, subía y subía indeteniblemente. Las clases medias se subsumían en la angustia por no caer en mayor pobreza.
Ahora hay un proyecto que favorece a los sectores más atrasados y da opciones a los más acomodados. Son jóvenes, adultos mayores, la fuerza de las mujeres, niños, jóvenes y grupos más rezagados por su vulnerabilidad. Hay expectativas y no sólo para los más ricos como en el pasado reciente sucedía.
Este programa de la Cuarta Transformación suma perspectivas de movilidad social y adaptación normativa para dar paso a un modelo de convivencia distinto al que se imponía en el antiguo esquema neoliberal de los regímenes priistas en colusión con las cúpulas del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática. Ahora, se revolucionan ideales de sociedad y la política.
Observamos vicios y proyectos que los viejos actores neoliberales impulsaban bajo la idea de un crecimiento económico con injusta distribución de la riqueza que se generaba nacionalmente. Esa realidad mostró corrupción conjugada con extracción de recursos públicos de manera ilegal para enriquecimiento de pequeños grupos de personas. Este esquema se sustentó en la operación de fraudes electorales sucesivos que garantizaban a los mismos bloques de poder ser permanentes protagonistas de las decisiones sustantivas en el desarrollo de la nación. Pobreza en las mayorías y riqueza en pocas manos era el diseño predominante.
Con el gobierno de López Obrador las reglas cambian y la sensatez y serenidad en las decisiones han hecho frente con efectividad a una epidemia impactante e impresionante por sus efectos en la sociedad, configurándose como una de las enfermedades no fácilmente controlable por la ciencia y las instituciones que la humanidad creó para resolver los efectos perniciosos de la naturaleza sobre la persona y su existencia.
Ahora aparece una vacuna que neutralizará el veneno intrínseco que trae consigo el virus de la Covid. Aquí, el gobierno de López Obrador actúa con prudencia y dirige acciones de manera acertada y hoy se evalúa el momento en que se descubre una vacuna neutralizadora de la pandemia y la economía se sostiene en niveles manejables en indicadores importantes como el salario, el empleo, la inflación, la inversión, el comercio y consumo, aún con la caída tan drástica que la aparición del virus letal de la Covid ha ocasionado en todos los ciclos de la economía mundial y, por ende, de la economía nacional.
Nos encaminamos al año 2021 con la confianza que nos da la dirección del presidente Andrés Manuel López Obrador que en esta etapa de vacunación masiva realiza un proyecto no excluyente, sino que extiende sus objetivos de bienestar a todos los sectores de la sociedad empezando por los más marginados. Esa es característica de una nueva gobernabilidad en el país. Tendremos un mejor año 2021, no hay duda.@Bonifaz49