Ante la presencia de la severa pandemia del SARS-CoV-2 en México el gobierno federal instrumentó un sistema de comunicación de crisis para encarar dicho gravísimo fenómeno que para mediados de enero de 2021 llegó a proporciones inauditas con más de 138,000 muertos y 1,600,000 personas contagiadas. Sin embargo, debido a las contradicciones, desviaciones, manipulaciones e imprudencias narrativas que se cometieron, la aplicación de esta acción comunicativa oficial produjo la pérdida de credibilidad gubernamental originando vacíos informativos que se llenaron con rumores, prejuicios, especulaciones y fake news, creando ansiedad, temor, desconcierto y depresión en la población, oscureciendo la relevancia de las directrices estatales para salvaguardar la vida de los seres humanos.

Así, debido a la intensa dinámica de los usuarios en las redes socio digitales y a las deficiencias del modelo de comunicación gubernamental, México se convirtió en el segundo país, después de Turquía, con mayor generación de noticias falsas sobre el Covid-19 afectando la conducta de las personas y su toma de decisiones, como ocurrió al inicio de la epidemia al desatar compras de pánico en cortísimo tiempo. Solo de marzo a agosto de 2020 el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM) registró más de 1,445 fake news que se difundieron en el país, vinculadas con la pandemia de Covid-19 a través de diferentes medios de comunicación, especialmente en las redes virtuales. De ese universo, el 31 por ciento de las informaciones correspondió a falsos positivos, el 28 por ciento a medidas arbitrarias, el 18 por ciento a fraudes o engaños, y el 8 por ciento a tratamientos o remedios falsos para resolver el Coronavirus. Tal fenómeno se gestó en un 80 por ciento en las redes sociales (S/I 41 por ciento, teléfono celular 16 por ciento, Facebook 13 por ciento, Twitter 12 por ciento) y 18 por ciento en sitios web y correos electrónicos.

Dicha dinámica de desinformación por la interacción acelerada de usuarios en las redes socio digitales sobre el Coronavirus superó en muchos momentos a la capacidad de información fiable del Estado y obstaculizó los mecanismos sanitarios para enfrentar el problema, favoreciendo la propagación del virus. De esta forma, además de vivir la epidemia sanitaria en México, paralelamente se vivió la epidemia psico-emocional de la infodemia (distribución de información falsa).

Entre los principales rumores o fake news que circularon vía audios, videos, redes sociales y de “boca a boca” que aprovecharon las debilidades, los resquicios y las limitaciones del sistema de comunicación oficial de salud, alimentando toda clase de supersticiones y alarmas psicosociales en el país, figuraron las siguientes, en diversos terrenos de la acción social: la existencia del virus, la transmisión de la epidemia, el gobierno y el contagio, el control de la pandemia, la forma de curarse, la hospitalización de los enfermos, la cuantificación y tratamiento de los muertos, la presencia de las vacunas, el proceso de vacunación, etc.:

 

La existencia del virus

“El Coronavirus es un virus creado en los laboratorios militares secretos de china, como un arma biológica que se les salió de control”. “El Coronavirus no existe, es un invento del gobierno para manipular a la gente e infundir miedo”. “La radiación de las antenas 5G transmiten el virus de manera muy intensa”. “El virus que provoca el Covid-19 no sobrevive en climas calientes y húmedos”. “La gente va caminado y de repente cae muerta por el virus”. “A través de helicópteros Cóndor de la SSC el gobierno esparce el virus Covid desde las alturas para que la gente se muera y así no tener que atender más personas; ¡cierra puertas y ventanas!”.

 

La transmisión de la epidemia

“Las lechuzas trasmiten el virus y por consiguientemente habría que matarlas para evitar su dispersión”. “Los vendedores ambulantes son los causantes del alto número de contagios registrados en la capital de Puebla”.

 

El gobierno y el contagio

“Bill Gates compró la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la manipula en base a sus intereses económicos”. “El gobierno “creó el virus para diezmar a la sociedad, especialmente a los pobres”. “Las autoridades no sanitizan realmente, sino lo que hacen es esparcir veneno para matar a los ciudadanos con objeto de regular la cantidad de población”. “El gobierno impondrá el toque de queda como medida drástica para evitar la movilidad ciudadana y poder hacerle frente a la pandemia”. “Cuando vas al super y te toman la temperatura en la cabeza con un aparato, te radian y eso mata las neuronas provocado cáncer”. “Los medios de comunicación ocultan hechos sobre el Coronavirus debido a la presión del gobierno”.

 

El control de la epidemia

“Si no tienes síntomas, no tienes Coronavirus”. “El Covid-19 solo afecta a los adultos, los niños no se contagian”. “Confiar en que Dios me cuide”. “¡No necesito protegerme, pues si me va a dar, me va a dar, todo está escrito!”. “Las pruebas diagnósticas no sirven”, “Si ya estas infectado de Coronavirus, no es necesario aislarse”. “El cubrebocas no sirve”. “La información hospitalaria no es confiable”. “La mejor solución es la inmunidad de rebaño”. “Una vez que ya te inoculaste del virus, ya no te puede volver a dar, por lo que hay que juntarse con los contagiados para quedar inmune”. “El 23 de mayo habrá una fiesta masiva en Las Águilas, CDMX, para contagiarse y crear inmunidad de rebaño”.

 

La forma de curarse

“Las personas contagiadas y que se recuperan no tienen efectos secundarios a largo plazo”. “La pandemia de Coronavirus es un trabuco para dominar a los pueblos, que se puede curar con té de guayaba” (Cardenal emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez). “Se puede matar el nuevo Coronavirus rociando el cuerpo con alcohol”. “El Coronavirus se puede aliviar con un amplio surtido de hierbas del campo y remedios caseros para la bronquitis, los riñones, las migrañas, los dolores menstruales o el cáncer que tienen capacidades curativas”. “Es posible combatir eficazmente el virus SARS-Cov-2 tomando en casa cloro diluido (Cloralex)”. “El Covid se cura con caldo de pollo caliente y té de manzanilla”. “El ajo es un buen recurso para combatir el virus”. “Comer chile reduce las posibilidades de contaminarte con el virus”. “Una alternativa para no contagiarse es hacer gárgaras de agua oxigenada”. “La aspirina Protect puede curar el Covid”. “Tomar Pinol (desinfectante muy fuerte para pisos) mata el virus”. “El Vick Vaporub evita que te contagies”. “La vitamina C y el agua caliente te vuelven resistente ante el virus”. “Al usar el oxímetro para medir tu respiración, se guarda tu huella genética en ese aparato y después se usa para explotarte”.

 

La hospitalización de los enfermos

“Si vas al hospital para que te atiendan por un dolor de muelas, al día siguiente estas muerto por contagio”. “No vayan a los centros médicos porque les están inyectando veneno, especialmente en el hospital de Las Américas, en Ecatepec, Estado de México” (el más poblado de América Latina). “A los enfermos del Covid se les extrae en los hospitales el líquido sinovial de las rodillas pues es una sustancia muy valiosa para elaborar vacunas que después se vende de manera clandestina a un alto precio”. “La Secretaría de Salud de la Ciudad de México, implementó el Código Azul para anular la atención a los enfermos muy graves de Covid-19, evitando intubarlos y dejándolos morir por considerarlos ya prácticamente desahuciados”.

 

La cuantificación y tratamiento de los muertos

“El gobierno oculta información sobre la cantidad de fallecidos en el país, pues no le conviene que se sepa la realidad”. “El alto grado de mortalidad se debe a las condiciones mórbidas preexistentes en la población”. “Hay personas que están pagando entre 700 y hasta 1.000 dólares a los deudos de personas fallecidas por otros males distintos al Covid para que se asiente en sus certificados oficiales de defunción que murieron por SARS-CoV-2“. “Las familias que aguardan noticias afuera de los hospitales sobre la evolución de sus seres queridos hospitalizados, de pronto se les informa que ya murieron, pero ya no se les deja ver el cuerpo y sólo se les entrega una pequeña cajita con sus cenizas, sin saber de quién son”. “Los fallecidos por contagio del SARS-CoV-2 son arrojados como costales a una fosa común sin avisarles a sus familiares”.

 

La presencia de las vacunas

“La cadena Walmart venderá la vacuna contra el Coronavirus en las farmacias de los supermercados de su enorme cadena comercial y cada dosis costaría alrededor de $400”. “La vacuna BNT 162b de Pfizer contra el Covid-19 se puede adquirir a través de varias páginas de internet”. “La vacuna AZD1222, desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, producida en Argentina junto con México para América Latina, nunca fue aislada en muestras respiratorias, ni se cultivó en líneas celulares in vitro, ni en modelos animales que reprodujeran la enfermedad; y en la fase III de evaluación clínica, no pasaron previamente por los ensayos preclínicos en los que se comprueba su eficiencia y seguridad en prototipos de animales”.

 

El proceso de vacunación

“Al inyectar la vacuna BNT162 de los laboratorios Pfizer/BioNtech a las personas podría cambiar el ADN humano, pues usan fragmentos del material genético del virus o ARN mensajero”. “Al vacunarnos contra el Coronavirus nos inyectaran un microchip electrónico en la sangre con el cual Bill Gate podrá controlará nuestras mentes y deseos”; “Al vacunarte contra Covid en poco tiempo te crece una cola de ratón”, etc.

Dicho fenómeno de desinformación colectiva a través de las fake news en México contribuyó a crear un clima de grave psicosis que ocasionó consecuencias muy graves para la sociedad. Por ejemplo, alejó a pacientes de los hospitales por considerarlos como lugares de muerte para los seres humanos y no de salvación; provocó agresiones contra el personal de salud por considerarlos sujetos peligrosos transmisores del virus; diversos poblados del país rechazaron la desinfección de los espacios públicos que se acostumbraban realizar para combatir el dengue y otras enfermedades; algunas comunidades quemaron vehículos institucionales, equipo policial, instalaciones médicas y vandalizaron hospitales locales, pues mentalizaron que las autoridad buscaba inocular el virus a los habitantes; llevó a los más ansiosos a tomar seudo remedios peligrosos; disparó la compra compulsiva de todos los medicamentos que se anunciaron que servían para atacar el Covid: Tocilizumab, Ivermectina, hidroxicloroquina, remdesivir, interferón, la combinación de lopinavir/ritonavir, antivirales, etc. contribuyendo a que escasearan; etc.

Frente al álgido panorama epidémico en México, el gobierno realizó una relevante labor de gobernabilidad al contratar con diversas naciones varios tipos de vacunas contra el SARS-CoV-2 con diversas empresas farmacéuticas internacionales para colaborar a evitar el avance de la epidemia en el territorio nacional. Sin embargo, la proliferación de este multi universo de mensajes falsos contribuyó a crear un clima de posverdad en diversos sectores de la sociedad, debilitando la fuerza del modelo de comunicación gubernamental para encarar adecuadamente la epidemia del Covid-19 en el país. Ejemplo de ello, fue que a finales de noviembre de 2020 seis de cada diez mexicanos desconfiaban aplicarse cualquiera vacuna de la gama existente.

De aquí, la enorme importancia que el modelo de comunicación sanitario en la fase de crisis del gobierno de la Cuarta Transformación corrija aceleradamente sus contradicciones informativas internas, el menosprecio sobre la realidad epidémica, la ausencia de coherencia entre mensajes y comportamientos oficiales, las descalificaciones a los funcionarios especializados, el manejo electoral de la epidemia, el fomento de la propaganda gubernamental, las frivolidades comunicativas, los tecnicismos burocráticos, el embate a los medios de difusión críticos, etc.; y se centre en enfrentar la pesada atmósfera deformante que creó la infodemia sobre la existencia del Coronavirus, sus consecuencias y los obstáculos que introdujo para impedir su solución en el país.

El sistema de creencias preexistentes es el primer factor que potencia o anula el éxito de las políticas públicas en la República. Por ello, para resolver la epidemia de Coronavirus en México se debe combatir el pensamiento mágico, la ignorancia y la especulación delirante, y darle el lugar prudente que le corresponde al progreso de la ciencia médica del siglo veintiuno. De lo contrario, en pleno tercer milenio, la lucha contra el Coronavirus podría ganarla la magia y la brujería y no el homo sapiens.

 

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