Concluido el proceso electoral en Guerrero, la operación cicatriz, no será sencilla, tampoco superable en el corto plazo. El sostenido discurso de odio y los reclamos al interior de las tres principales fuerzas políticas complican el escenario inmediato.

Aunque

Mario Moreno Arcos, candidato del PRI-PRD a la gubernatura de Guerrero, sostuvo su postura de acudir a las instancias jurídico-electorales correspondientes para impugnar el resultado de las elecciones del pasado domingo seis de junio, del cual, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), le entregó constancia de mayoría a la candidata de Morena, Evelyn Salgado Pineda, a quien declaró como gobernadora electa, porque se presentaron “graves anomalías” y existen los elementos necesarios para acudir ante los tribunales e indicó que el área jurídica está documentando diversas irregularidades entre las que se incluye manipulación de muchas actas y boletas.

El ahora ex candidato dijo que cuenta con la documentación necesaria busca abrir a la luz pública la evidente y grave violación al principio de neutralidad e parcialidad del órgano estatal que está rebasado, por lo que se debe acudir a “otras instancias” para presentar las pruebas porque no fue imparcial.

Reiteró que mantiene su señalamiento a que renuncien los consejeros electorales y dijo que no será él quien tenga que ver el tema, sino los órganos correspondientes y el pueblo de Guerrero.

“He mantenido y mantendré la prudencia y seré el primero en defender la estabilidad de Guerrero, sin embargo, no voy a claudicar en la determinación de defender mi legítimo derecho a impugnar la serie de grabes irregularidades ocurridas antes, durante y después de la reciente jornada electoral”, aseguró.

Sin embargo, precisó que “el llamado de hoy no es de ningún modo a la violencia ni a la desobediencia civil, sino al anuncio formal de que recurriremos a la vía legal para brindar la certeza necesaria a este resultado electoral”.

Ante los trascendidos de en el grupo de Moreno Arcos se consideran traicionados pues tanto el mandatario, Manuel Añorve Baños y René Juárez Cisneros legisladores priistas, se enfocaron en heredar a sus hijos cargos de elección popular en el puerto de Acapulco, mientras el candidato a gobernador por la alianza PRI-PRD-PAN, Mario Moreno Arcos y el aspirante a la alcaldía porteña por la misma coalición, Ricardo Taja Ramírez perdieron la elección registrada el pasado domingo 6 de junio que favoreció a Morena, Moreno Arcos sostuvo que no hay rompimiento con el gobernador, porque no ha declarado nada en torno al resultado de las elecciones, dijo que es su amigo y le refrendó su compromiso para sacar adelante a la entidad.

Los benjamines del priismo en Guerrero ahora son parte activa del nuevo orden político en Guerrero, como son René Juárez Albarrán, Manuel Añorve Aguayo y Ricardo Astudillo Calvo.

Además, en el reparto de las candidaturas entre priistas figuraron nueve integrantes del grupo del mandatario estatal, en contraste con el de los exgobernadores Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros se quedaron con dos posiciones, respectivamente.

El 15 de junio, Berenice Bravo Noriega, priista que iba en el lugar 9 de la lista de regidores, informó que impugnó la planilla modificada del PRI, pues violaron sus derechos y sufre violencia de género por lo que exigió que se haga el recorrido de la planilla como debe ser, “si fue excluida una mujer, que ese espacio se dé a otra mujer. Esa mujer que sigue soy yo, a mí me corresponde la regiduría del PRI” e indicó que interpuso ante el IEPC una queja y dio copia al Observatorio de Participación Política de las Mujeres, que es una unidad dentro del instituto político.

Recordó que, en un principio, buscó ser la candidata a diputada federal por el distrito 9, donde hizo el examen y fue la única, pero “no me dieron la oportunidad, y en su lugar quedó Jaime Luis Colón a pesar de que inicialmente correspondía una candidatura femenina en el distrito.

En el lado Morenista hay grupos que responsabilizan a Marcial Rodríguez Saldaña, por las complicaciones de la candidatura de Félix Salgado y se pronunciando por su salida como dirigente estatal del partido.

Otro foco que podría resultar conflictivo está en el Congreso del Estado. La próxima legislatura estará integrada por 22 diputados de Morena, 11 del PRI, 9 del PRD, 2 del PVEM, uno del PAN y uno del PT.

Alberto Catalán Bastida, presidente de la Dirección Estatal Ejecutiva (DEE) del PRD, advirtió que Morena “no tendrá las cosas tan sencillas en el Congreso del Estado” con la próxima legislatura, pues la alianza PRI-PRD se mantendrá en el legislativo e incluirán al PAN.

Además, destacó que la bancada del PRI y PRD en la próxima legislatura llevará diputados con experiencia, en tanto que a los de Morena les caracterizará la inexperiencia y la falta de oficio legislativo.

Catalán recordó que en el estado PRI-PRD tuvieron una alianza, en la actual legislatura, “que sirvió para frenar algunas ocurrencias por parte de Morena en el ámbito legislativo, sobre todo, para señalar irregularidades respecto a cómo se trataban los temas legislativos en el Congreso”.

En realidad, los conflictos ya están manifestándose, en la sesión del 15 de junio del Congreso del Estado, los diputados del PRI y no asiste la bancada perredista. El grupo morenista, la panista Guadalupe González, la petista Leticia Mosso, el ex priista Jorge Salgado y el ex perredista Servando Salgado cancelaron la propuesta que hiciera Bernardo Ortega, coordinador del PRD, para apresurar el proceso de probable ratificación del auditor superior Alfonso Damián.

No obstante, la fracción de Morena, con las diputadas del PAN y PT, Guadalupe Gonzalez y Leticia Mosso, y los separados de sus partidos, Servando de Jesús Salgado y Jorge Salgado, tuvieron mayoría para declarar quórum legal de la sesión en el último día del periodo ordinario y para ampliar el plazo un mes más para revisar asuntos rezagados, sin los diputados del PRI y del PRD, ni de Eunice Monzón García, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, del PVEM.