La renovación del obispado Chilpancingo-Chilapa, se perfila para no superar el conflicto existente con las autoridades locales, a pesar de la voluntad de su nuevo titular de reiniciar el diálogo que se interrumpió ante las posturas de su antecesor de negociar con los carteles del crimen organizado para lograr la paz en Guerrero.
El 19 de abril José de Jesús González Hernández, fraile franciscano fue presentado como nuevo obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, en sustitución de Salvador Rangel Mendoza ahora obispo emérito, y en su primer mensaje refirmó la postura de la representación eclesiástica: “ojalá lleguemos a dialogar con grupos de la delincuencia organizada, como lo hacía Rangel Mendoza”, aunque matizó que ya tiene la experiencia de con quiénes no se dialoga porque luego “están drogados”.
“Hay mucho trabajo y grandes desafíos como la paz, y vengo a sumarme a todos los que buscan el progreso de los pueblos, sobre todo de los marginados, de los indígenas, de los que no alcanzan a ir a los centros de salud, a la escuela, de los que no tienen trabajo y los campesinos”, apuntó
El nuevo obispo enfatizó que va a predicar “hasta donde llegue o hasta donde me dejen llegar también, porque pues andamos en campos minados”, pues la misión de la Iglesia y de los franciscanos es llevar diálogo y paz a aquellos “hermanos que están enojados o endemoniados”.
También aseguró que buscará “reconciliar” y ofrecer disculpas a las autoridades estatales, para retomar el diálogo con el gobierno, ya que indicó que “no puede haber distanciamiento entre Iglesia y las autoridades”.
González Hernández declaró que la violencia se está padeciendo en varias diócesis, incluida la prelatura del Nayar, donde el crimen organizado ya me mató a los sacerdotes, a Juan Antonio Orozco Alvarado y a Felipe Altamirano Carrillo. Ahí operan el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, los cuales se están peleando ferozmente esta plaza.
A mí, por ejemplo, apuntó, “en 2011, un grupo de narcotraficantes me agarró a balazos cuando viajaba en una camioneta, junto con dos compañeros. Nos tiraron a matar al confundirnos con el enemigo. De milagro salimos con vida de la emboscada. Ese fue mi bautizo de fuego al llegar al Nayar.
“Y es que a nuestras parroquias asiste gente de uno y otro bando. Les decimos que nadie tiene derecho a matar. De pronto me topo con ellos; me dicen para qué cartel trabajan y me piden la bendición. Se las doy”.
“Lo mismo haré en Chilpancingo. Necesito saber muy bien qué grupos de narcos se disputan ese territorio… Y claro, ponerme al tanto del diálogo que tiene con ellos monseñor Rangel”, afirmó categórico.
Los datos más recientes indican que el número de organizaciones delictivas podría crecer debido a las constantes divisiones entre al menos 22 grupos del crimen organizado que disputan los territorios y el trasiego de la droga.
Entre las organizaciones de la delincuencia organizada que más presencia tienen, están: El Cártel Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Los Rojos, Guardia Guerrerense, Los Tlacos, Los Granados, Los Ardillos, Caballeros Templarios y Los Añorve, por mencionar los de mayor actuación.
El 11 de febrero, a través de las redes sociales de la Conferencia del Episcopado Mexicano trascendió que el Papa Francisco, máximo jerarca de la Iglesia Católica, aceptó la renuncia de Rangel Mendoza, tras estar al frente de la diócesis que abarca 14 municipios de Guerrero, a la que llegó el 20 de junio de 2015 en sustitución de Monseñor Alejo Zavala Castro.
Durante su periodo al frente de la diócesis Chilpancingo Chilapa, no solo insistió en un pacto con el narco para la pacificación de Guerrero, sino reveló, haber negociado con los líderes de los carteles para establecer treguas en la guerra cruenta que se enfrenta entre las diferentes facciones además llegó a afirmar que políticos en diferentes cargos del gobierno están coludidos con estas mafias lo cual irritó a las autoridades locales.
El 5 de abril del 2021, Rangel Mendoza adelantó que presentaría ante el Vaticano su renuncia como obispo el 23 del mismo mes y año, puesto que estaba por cumplir 75 años, la edad indicada para retirarse del cargo.
Antes de abandonar la representación católica, Rangel Mendoza afirmó: “Uno de los logros del cual estoy orgulloso es que se ha pacificado muchas partes de la diócesis y pudiéramos decir que casi estamos en paz, exceptuando ciertos puntos rojos como, vamos a decir, Chilpancingo, Huitzuco, Iguala, un poco el norte del estado”. Informó el prelado que se retirará a la ciudad de Cuernavaca, Morelos, para mantenerse cerca de Guerrero y poder ayudar al nuevo obispo.
José de Jesús González Hernández es originario de Etzatlán, Arquidiócesis de Guadalajara, nació el 25 de diciembre de 1964. el 15 de agosto de 1987 fue su primera profesión de votos fue y su profesión solemne el 18 de octubre de 1992. Se le ordenó sacerdote el 29 de junio de 1994. Posteriormente ha desempeñado diversos cargos en la Orden y en la Iglesia en México, Tierra Santa, Suecia, Bélgica y Mozambique, donde fue párroco de la Catedral de la Inmaculada Concepción de Inhambane.
Fue nombrado obispo prelado de Jesús María, El Nayar, México, por el Papa Benedicto XVI el 27 de febrero de 2010, fue ordenado obispo el 25 de mayo siguiente en la Catedral de la Prelatura de Jesús María, en la Sierra del Nayar y es responsable de la Dimensión Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal de México y miembro de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
