Uno de los peores enemigos sociales e históricos de los mexicanos ha sido la inflación en sus diferentes tiempos y constancias. Se trata de un fenómeno de la economía en la que los precios le ganan la carrera a los ingresos de los ciudadanos. Sobra decir que los más afectados son los grupos de población con menores percepciones.
Las causas han sido, por una parte, la pandemia que dejó improductivas a millones de unidades económicas en todo el mundo. Estas se relacionan mayoritariamente con la producción de bienes para el consumo masivo, es decir, con la demanda de los grandes grupos sociales.
El otro origen de la inflación es el conflicto Rusia-Ucrania, donde el mayor impacto en los mercados se produce sobre el petróleo y el gas natural (en la zona se comercializa el 40 por ciento de estos recursos).
Las causas internas de la inflación provienen, en su mayor parte, de la dependencia del extranjero para la adquisición de granos y fertilizantes, acentuando los problemas en la producción agropecuaria, misma que ha sido desplazada por otras actividades económicas en el campo y entre los productores.
Las razones son totalmente comprensibles: sencillamente, la rentabilidad en los renglones agropecuarios es mucho menor que en las inversiones para los sectores secundario y de servicios. Los productores del campo sufren por la competencia internacional que siempre ha sido desventajosa para ellos. Por estas y otras razones el gobierno ha tenido que intervenir a fondo, de manera responsable y en concordia con el gremio empresarial.
El Presidente López Obrador encabeza un importante esfuerzo nacional para neutralizar la inflación.
El plan del presidente Andrés Manuel, contiene distintas vertientes: desde evitar el disparo en el precio de los energéticos, el mantener el precio de los servicios básicos, la eliminación de varias líneas de cobro por parte del gobierno; eliminar aranceles para los productos básicos e insumos agropecuarios, establecer precios de garantía para bienes de consumo como lo es el maíz, el frijol y otros granos indispensables, brindar una mayor seguridad para el transporte de alimentos, entre otros puntos.
El presidente de México, hizo un llamado a poner los ojos en el mercado interno y pensar en los productos esenciales para los mexicanos.
El presidente AMLO, inició la campaña para impulsar la actividad productiva en el campo, “Jornadas de Producción para el Autoconsumo -maíz, frijol y alimentos básicos-, “producir lo que consumimos”, medida que tiene su importancia en la razón de ser del problema en los mercados internacionales actuales y la dependencia del extranjero que hoy enfrentamos.
Es digno de reconocer que el Presidente López Obrador ha mantenido el diálogo abierto y en libertad con los empresarios, manteniendo siempre la convocatoria para sumarnos a las acciones de solidaridad que debemos enfrentar y asumir por el bien de México.
@Bonifaz49