Finalmente terminaron las campañas electorales y empezó la veda electoral. Eso quiere decir que en un par de días tendremos la oportunidad de ejercer nuestro derecho a elegir por quién votar, y a nivel personal cada quien podrá decidir de entre las propuestas presentadas, expuestas, debatidas o desconocidas, la que más le represente. Hay incluso quienes dicen que en la elección del domingo definiremos el tipo de país que queremos, quienes sostienen esta postura de uno u otro lado estiman que el electorado está en riesgo de cometer un terrible error, de equivocar el rumbo, pues en su visión reduccionista y paternalista existe una sola opción (la suya desde luego) para que el país no caiga en espiral de destrucción permanente.

Por ello el llamado desde la polarización impide elegir perfiles de personas más allá de los partidos, e incluso cuestiona la posibilidad de anular el voto, pues consideran que es el momento de las grandes definiciones.

Sin embargo, contrario a ciertas opiniones, el lunes 3 de junio NO amaneceremos en un nuevo país, seguiremos en México, en este, nuestro lastimado y dividido país. De suerte que a partir del lunes post jornada electoral nos vamos a tener que sentar todas y todos juntos a ver por nuestro país, a ver por nuestro presente no solamente por el futuro, y por el bien de México más vale que lo hagamos de forma inteligente, sin filias ni fobias, que nos escuchemos y nos reordenemos, pues son muchos (demasiados) los temas que de manera urgente nos demandan ponernos de acuerdo para ser solucionados: la inseguridad, la violencia, el agua, el medioambiente, el acceso a servicios de salud de calidad y un enorme etcétera.

Pero ¿qué es la veda electoral? Es el periodo previsto en nuestro ordenamiento legal (artículo 251, de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales) para que la ciudadanía pueda procesar toda la “información” recibida durante las campañas electorales (que duraron una eternidad) y reflexionar el sentido de su voto. Este periodo de veda electoral -que comenzó el jueves 30 de mayo y terminará el domingo 2 de junio, es decir, el día de la elección- tiene como objetivo generar las condiciones para que la ciudadanía pueda “procesar” la información recibida durante las campañas electorales y reflexionar el sentido de su voto; al tiempo que previene la difusión de propaganda electoral.

Por ello durante la veda no se permite la celebración de reuniones o actos de campaña ni la difusión de propaganda electoral por parte de las personas candidatas, los partidos políticos, la militancia e incluso la ciudadanía que mantiene una preferencia por un partido político. Desde luego las y los ciudadanos podemos expresarnos de manera libre durante este periodo de veda, siempre y cuando no exista una intención de hacer propaganda intencional y patrocinada por algún partido o candidatura.

El 2 de junio, se llevará a cabo la elección más grande de la historia, pues se elegirán más de 20,000 cargos y acudiéremos a las urnas más de 98 millones de ciudadanas y ciudadanos mexicanos.  De cara a la jornada del próximo domingo, es normal que surjan dudas tan relevantes como ¿hay alguna forma o manera correcta de votar? O lo que es lo mismo ¿cómo se debe votar?.

Lo primero que tenemos que enfatizar es que el voto es libre y secreto, cada persona que acuda a las urnas debe elegir a quien considere es la mejor opción, a quien les represente. Para ello deberán marcar la casilla o casillas que tienen el nombre de la persona candidata de su elección. Se puede utilizar cualquier símbolo, no hay una regla o forma única para marcar la boleta para que el voto sea válido, lo importante es que la INTENCIÓN del VOTO sea clara; esto es, que no genere dudas o confusión sobre la candidatura seleccionada.

Asi por ejemplo, no pasa nada si al marcar la boleta, la marca sale o rebasa una casilla, es importante destacar esto y desmitificar mucho desinformación que circula en redes sociales y grupos de Whatsapp. Igualmente se puede utilizar cualquier pluma, plumón o crayón. Solo hay que marcar claramente la boleta. Adicionalmente es posible marcar el nombre de la persona candidata en el recuadro de un partido, de dos o de los tres que integran la coalición y el voto sigue siendo válido, pues hay claridad respecto a la intención del voto ciudadano.

Consecuentemente, solo serán nulos aquellos votos donde la intención NO sea clara, como puede suceder por ejemplo: cuando no marcas ningún cuadro que contenga el emblema de un partido político o de candidatura independiente; o marcas dos o más cuadros sin que exista coalición entre los partidos cuyos emblemas hayan sido marcados; o cuando la boleta está en blanco; o se marca toda la boleta, entre otros.

Hay que recordar además que todos los votos cuentan y que los votos cuentan tanto para las personas candidatas como para los partidos políticos que las postulan. Así por ejemplo si al votar se marca el nombre de la persona candidata en el recuadro de uno solo de los partidos coaligados, el voto por mayoría relativa será contabilizado para la persona candidata y se sumará el voto a la votación total del partido político seleccionado; lo cual determina la asignación de las candidaturas por representación proporcional, puesto que el voto se contabiliza dentro de la votación total de ese partido. En cambio, si al votar por la coalición se marca el nombre de la persona candidata en el recuadro de dos o más de los partidos coaligados, el voto por mayoría relativa se contabiliza para la persona candidata, pero la suma distrital de todos los votos se distribuye de manera igualitaria entre los partidos de la coalición.

En suma, al votar hay que considerar si quieres que tu voto contribuya a la división de poderes (al sistema de pesos y contrapesos); si quieres que tu voto se dirija a una coalición o a un solo partido político; y que tu voto también cuenta para las candidaturas plurinominales.

De cara al proceso del próximo domingo para que el proceso sea más ágil y rápido todas y todos podemos hacer cosas de manera anticipada, como verificar la vigencia de nuestra credencial para votar y si nuestro nombre aparece en la lista nominal de electores; además de tener ubicada previamente nuestra casilla electoral. Además hay que programar nuestro día en torno al ejercicio democrático; esto es, organizar nuestro día para acudir a votar dentro del horario previsto para ello. Las casillas se instalarán a las ocho de la mañana y cerrarán a las seis de la tarde, siendo posible que todas las personas que se encuentren en la fila antes de esa hora, puedan ejercer su derecho al voto.

Lo más importante es que todas y todos acudamos a las urnas a ejercer de manera libre, responsable e informada nuestro derecho al voto. Personalmente votaré por personas, intentaré en la medida de lo posible apostar por las candidaturas de las personas que respeten la división de poderes (incluida la autonomía e independencia del poder judicial), el fortalecimiento institucional y la agenda de género; en mi opinión votar por quien representa mejor mis ideales y mis convicciones, es el voto útil, pues es precisamente ese voto el que me reafirma como ciudadana libre, responsable y congruente.

Estoy convencida de que esto es necesario para que la pluralidad y diversidad de nuestro país se vean representadas en nuestro sistema democrático. Finalmente, se vale soñar en un México posible donde la agenda, las propuestas y la rendición de cuentas sirvan para elegir y definir, mucho más allá de los partidos políticos.

Aprovecho el espacio para agradecer a todas y todos aquellos ciudadanos que fungirán como funcionarios de casilla el domingo. Que no se nos olvide que son nuestras vecinas y vecinos, mostremos nuestra gratitud y seamos respetuosos y amables con ellos.

Como corolario un recordatorio a todos los partidos políticos: están obligados por ley a presentar sus programas de recolección, destrucción y reciclaje de basura electoral; así que ¡recojan su basura!