El Gobierno de Perú acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de violar el principio de no intervención tras sus declaraciones de que apoyaría al expresidente Pedro Castillo, quien permanece en prisión desde su intento fallido de autogolpe de Estado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú expresó su más enérgica protesta, además de rechazar las declaraciones de la presidenta mexicana, ya que desde su punto de vista sus manifestaciones de apoyo al exmandatario peruano reflejan un desconocimiento del fallido golpe de Estado de Pedro Castillo realizado el 7 de diciembre de 2022.

En un comunicado difundido por la Cancillería peruana, acusan a la presidenta Sheinbaum de sostener una posición ideologizada, además de demostrar un claro irrespeto por el Estado de Derecho y el principio internacional de no intervención.

El exmandatario peruano envió una carta de su puño y letra a la presidenta mexicana, misma que fue entregada por su abogado, Guido Croxatto. En la misiva le pidió su apoyo para solicitar a las autoridades de su país un juicio político justo, apegado a derecho.

El apoyo al que se comprometió la mandataria mexicana es a respaldar las acciones legales que se emprendan en instancias internacionales para defender a Castillo. De esta manera, a través de sus representaciones diplomáticas, el gobierno mexicano apoyaría las denuncias del expresidente ante la ONU en Ginebra.

Más allá de que en todo proceso legal debe prevalecer la justicia y la democracia, el gobierno mexicano debe dejar que los problemas de los peruanos los resuelvan los peruanos.

Un principio fundamental de derecho internacional es la no intervención, el cual consiste en la obligación de los Estados de abstenerse de intervenir, ya sea directa o indirectamente, en los asuntos domésticos de otro Estado.

Este principio se comienza a desarrollar después de la segunda guerra mundial, el cual es considerado como una de las reglas básicas de las relaciones internacionales.

La no intervención es reconocida en la Carta de la OEA, así como en resoluciones de la Asamblea General de la ONU. Por su parte, la Corte Internacional de Justicia, máximo órgano jurisdiccional, en diversas jurisprudencias ha avalado la no intervención como una norma fundamental del derecho internacional en vigor.

El principio de no intervención parte de la igualdad soberana de los Estados, toda vez que dicha igualdad no tendría ningún valor si los Estados pudiesen intervenir en los asuntos de la jurisdicción de otros Estados.

Cuando la presidenta de México pide respetar la soberanía de México ante las actitudes injerencistas de Trump está en lo correcto. Por eso en el tema con Perú se tiene que hilvanar muy fino para no caer en contradicciones.

Todo Estado tiene el derecho inalienable de elegir su sistema político, económico, social y cultural, por ello no es permitida ninguna forma de injerencia de otro Estado.

El expresidente peruano tiene todo el derecho de acudir a instancias internacionales como lo es la Comisión Interamericana con sede en Washington, si cree que han sido violados sus derechos humanos.

México, en caso de tener elementos suficientes y contundentes, a través de nuestras representaciones diplomáticas, podría expresar sus preocupaciones en lo que concierne a violaciones de derechos humanos, lo cual es totalmente legitimo.

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