Se invitó a la población a que salga al zócalo de la Ciudad de México y defienda la soberanía, facultad que recae en el pueblo pero que no realiza de forma directa, ya que delega dicho poder en sus representantes.

La soberanía es un valor fundamental de nuestra nacionalidad, es por eso por lo que su defensa y fortalecimiento deben ser objetivos del Estado mexicano. El concepto significa independencia, es decir, la capacidad de los mexicanos de tomar libremente decisiones políticas en el fuero doméstico.

En ejercicio de nuestra soberanía, garantizamos la toma de decisiones sin injerencia del exterior. Con ello se construyen intereses propios, se llevan a cabo metas colectivas, se defiende lo que nos compete y se promueve un lugar de México en el entorno internacional.

Por ello el convocar a una manifestación en el zócalo parece más bien un evento político que un acto de defensa de la soberanía. El llamado del Partido Verde a cerrar filas contra los intentos del presidente de los Estados Unidos para debilitar la economía y el desarrollo del país pareciera otro acto más de campaña de esta organización política, acostumbrada y experta en sacar raja de situaciones como estas.

Lo que hay que hacer es lo que hizo la presidenta Claudia Sheinbaum; hablar y negociar con Donald Trump. Es decir, privilegiar el diálogo y buscar, como lo recalcó la mandataria, una verdadera coordinación.

La confrontación ya quedó claro no llevará a nada bueno, se deben encontrar alternativas con argumentos y racionalidad. La imposición de aranceles afectará a las dos naciones y, como siempre, los afectados serán los ciudadanos de ambas naciones.

La imposición de aranceles causará daños de difícil reparación, ya que inevitablemente habrá un incremento en los precios de los artículos que se producen en México, además de que se detendrá la creación de empleos en los dos países.

En el periodo del gobierno de la presidenta Sheinbaum las incautaciones de fentanilo en Estados Unidos provenientes de México se redujeron 50 por ciento, de acuerdo con las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

De igual manera se han decomisado 6,998 armas de fuego, 75 por ciento de las cuales provienen de Estados Unidos, e incautado 121.4 toneladas de drogas, incluyendo 1,260 kilogramos y un millón 332 mil 126 pastillas de fentanilo.

Además, se han desmantelado 329 laboratorios clandestinos para la elaboración de metanfetaminas e incautado la cifra histórica de 26.4 toneladas de cocaína en operaciones marítimas.

Estos datos duros demuestran que el gobierno mexicano se encuentra trabajando en el combate al narcotráfico, gracias al trabajo coordinado y eficaz del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch. 

Veremos que sucede en las próximas semanas y meses, pero independientemente de los actos propagandísticos y de circo político, en donde propios y extraños se quieren subir en el barco de la protección a la soberanía, el gobierno de la presidenta Sheinbaum debe seguir combatiendo con decisión y sin tregua el flagelo de los cárteles de la droga que tanto han afectado a ambas naciones.

Así que resulta mejor idea que acudir al zócalo a un acto meramente político, seguir combatiendo con decisión el tráfico de drogas, como hasta la fecha lo ha venido haciendo el secretario García Harfuch.

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