En estas épocas pareciera inadmisible que todavía haya muertos por inundaciones, ya con todos los adelantos tecnológicos al alcance de las autoridades, sería suficiente para alertar a la población de este tipo de fenómenos y evitar en la medida de lo posible la pérdida de vidas humanas.
El estado más afectado es Veracruz. El saldo de víctimas mortales por las lluvias aumentó a 64 personas, 65 no localizadas y 259 localidades incomunicadas en cinco entidades del país.
Las 259 localidades incomunicadas se encuentran distribuidas en 47 municipios de Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro.
En Veracruz se registran 29 fallecidos y 18 personas no localizadas, mientras que en Puebla son 13 muertos y 4 desaparecidos. Hidalgo suma 21 fallecidos y 43 no localizadas. Por su parte, en Querétaro se reporta un deceso y San Luis Potosí con saldo blanco.
La pregunta sigue siendo si se pudieron evitar muchas de esas muertes. Claro que es importante lo que se va a hacer después de la tragedia, como es el levantamiento del censo para identificar los daños y perdidas que han sufrido las familias.
Se va a censar casa por casa, y tal como lo ha dicho la presidenta, se les va a apoyar a todos. Independiente del trabajo gubernamental, la ciudadanía se ha volcado en ayudar como sucede con los mexicanos en este tipo de tragedias.
En universidades y organizaciones públicas, se han habilitado centros de acopio para recibir donativos que están siendo canalizados hacia las zonas afectadas.
Según el titular de la secretaría de Marina, Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, sí se alertó a la población de las entidades afectadas sobre las precipitaciones atípicas.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum explicó que este tipo de alertas las realiza la Coordinación Nacional de Protección Civil, asegurando que se alertó a la población sobre el fenómeno meteorológico que afectaría al territorio de las entidades damnificadas.
Sin embargo, también explicó que no había forma de predecir la magnitud de los daños en los estados afectados. Lo que si se hizo, por ejemplo, en Veracruz, es decirle a la gente que se alejara de los ríos, lo que sin duda pudo evitar más perdidas humanas.
La comunicación acertada y oportuna de este tipo de fenómenos, así como la concientización hacia la gente de que no vale la pena arriesgar su vida al tratar de salvaguardar un bien material, será lo que en el futuro ayude a salvar vidas humanas.
Por lo pronto, la presidenta atiende y da seguimiento a los afectados para que el gobierno apoye de manera oportuna y eficiente a las familias damnificadas.
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