Que se abran a la venta las vacunas cubanas

Joaquín Pérez Sánchez

Hace unos días, algunos medios de comunicación internacionales informaron sobre una vacuna cubana contra un tipo de cáncer de pulmón y las dificultades que enfrenta para patentarse.

Pese al bloqueo económico, las entidades científicas cubanas y su personal desarrollan y llevan a cabo innovaciones en diversas áreas de la ciencia, las cuales podrían beneficiar a millones de personas si se terminara con el absurdo acoso.

El diario cubano “Juventud Rebelde”  informó el pasado domingo 20 de noviembre que el ex presidente de la isla, Fidel Castro, se encuentra inmerso en la recopilación de información sobre “cultivos de gran valor que pueden influir en los niveles de alimentación y en la salud” del pueblo cubano.

Sin duda el líder histórico de la Revolución Cubana, se encontraba inmerso en la información sobre el tema agrícola porque el 21 de noviembre se iniciaba en la isla el tercer Encuentro Internacional de Agroecología y Agricultura Sostenible, en el que participaron representantes de la mayoría de los países de América Latina.

Los llamados bioproductos agrícolas y la biotecnología, son dos de las áreas en las que Cuba ha invertido mucho sus esfuerzos y, pese al bloqueo económico ha alcanzado grandes logros. Por ejemplo, pese a que muchos países industrializados siguen negándose a permitir la venta de la vacuna VA-MENGOC-BC, la única que existe en el mundo en contra de la meningitis, este producto ya se comercializa en varios países de América Latina, mostrando su efectividad.

En Argentina, por ejemplo, otra vacuna está en proceso de patentarse, la cual es producto de 15 años de investigación contra un tipo específico de cáncer de pulmón.

En el encuentro agrícola, que se iniciaba al cerrar este material, los investigadores cubanos mostrarán cómo, pese a las limitaciones económicas, han avanzado en la creación de bioproductos y en nuevas técnicas agrícolas, como por ejemplo, “el compost, la lombricultura y el intercambio de cultivos” en un mismo lugar, así como la utilización de los enemigos naturales de las plagas, entre otros.

La innovación cubana es una realidad y los países de América Latina, deberían mirar más hacia la isla que depender sólo de los productos de los países industrializados, los cuales son caros y en ocasiones contraproducentes.