La gente busca una tercera vía realista

El gobierno de Merkel es el peor

de la historia de Alemania.

Peer Steinbruck, candidato a canciller

del Partido Social Demócrata.

Regino Díaz Redondo

Madrid.- Un cambio importante se observa en las filas del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba, líder tradicional elegido por una cúpula desgastada, ha sido cuestionado por primera vez con argumentos sólidos y contundentes por Carme Chacón, la joven exministra de Defensa que perdió las elecciones internas y que ahora se declara “rotunda y radicalmente contraria a la independencia de Cataluña”.

En una entrevista excelente que publica el diario El Mundo, sale al paso con atrevimiento y sienta las bases del futuro socialista en España.

Es partidaria del “federalismo” y lanza el balón contra la portería de CiU: “tiene muchos medios y los usa sin escrúpulos morales y legales en esa feroz y falaz campaña sobre el expolio de Cataluña por España…”

El hit del periódico de centro derecha, que rebasa con mucho posiciones mucho menos claras que los medios autollamados de izquierda, encabezados por los empresarios de Prisa —con colaboradores de excepción en prensa, radio y TV—, desdobló una política de 41 años lista para tomar las riendas de su partido en el momento propicio.

Si no es ahora, será, sin duda, dentro de unos meses o un par de años. El actual secretario general ha sido rebasado y sólo una reacción absurda o autoritaria impedirá que la española-catalana sea la candidata al gobierno.

El PP no aguantará las embestidas por su mala gestión, falta de valentía política y chapuzas aquí y allá para intentar seguir adelante. No lo logrará. Mariano Rajoy es un hombre desahuciado para el futuro y sus barones han empezado a medirse y a contemplar un futuro sin él.

Nunca había estado más claro el panorama oficial y parlamentario. Los dos principales partidos de la nación se renovarán para sobrevivir. No tienen alternativa. La política institucional, burocrática, defensora del estlablishment y acogotada por la troika, empieza a desaparecer.

El principio del fin

Es el principio de un fin que se avecina con creciente rapidez y que no tiene salvación. En España se mueve algo; entre los mandos medios, en el gobierno y fuera de él, se ven caras nuevas, alegres y satisfechas porque las posibilidades de otras hojas de ruta en el contexto internacional son evidentes.

Poco a poco terminará la obediencia y la sumisión.

Las columnas vertebrales de los actuales jefes seguirán doblándose mientras puedan, pero podrán menos y su tiempo se reduce lo que significa que los núcleos pensantes han decidido tomar el toro por los cuernos aunque esté desportillado.

Chacón señala también que “en la Cataluña real, la sede de CiU (Convergencia y Unió) está embargada por índice de una financiación ilegal de dinero procedente del expolio del Palau”.

Y reitera que “Artur Mas —dejad que Esquerra Republicana per Cataluña y los tontos útiles vengan a mí— se despide de España tan feliz, tras varios cientos de años, porque él y Rajoy no se han puesto de acuerdo en dos horas…”

Esta dama que viste pantalones bajo las faldas y sabe decir y bien, aguantar y tener capacidad de respuesta inmediata, es el referente alentador de los españoles de pro deseosos de medidas políticas y económicas distintas a las que llevamos soportando durante muchos años.

Dice Chacón que hay “una campaña falsa y feroz para culpar a España” de todo. Y que está “contra la independencia y la secesión de Cataluña”.

De inmediato, o al mismo tiempo, José Antonio Griñán, presidente de Andalucía, y Patxi López, exlendakari, han puesto el acento en conseguir transformaciones de raíz en su partido. Este último declara que Euskadi “está caduco, viejo. Necesita un cambio profundo”.

La tempestad se acerca. Primero son los rayos, luego los truenos y, al final, terminará lo inútil e ineficaz para que las nuevas generaciones puedan tener tribuna y ser escuchadas. Es un comienzo deseable que agobiaba a quienes no lo veían venir, tenía perplejos a los analistas y tímida a la gente.

Al calor de lo que ocurre, Josep Antoni Durán i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, sale al paso, en congruencia con el ambiente que se respira, y expresa que “conviene la interdependencia, no la independencia” pero apoya un “Estado propio” para Cataluña sin explicarse y lavándose las manos con la semántica y el jabón de Pilato.

Sin embargo, no podrá seguir por esa ruta. Apoya el separatismo tanto como los Puyol y otros orgullosos “antiespañoles” que abrevan de la ubre nacional.

¿Cómo explica Durán la diferencia entre Estado propio e Independencia?

¿Por qué Mas no habla en su programa electoral de independentismo y se va por los cerros de Úbeda? Por cínicos y un tanto miedosos.

Acabamos de llegar a un cruce de carreteras en la definición de los medios informativos. Los que enarbolaron la bandera del progreso son ahora de centro-centro con guiños a la monarquía parlamentaria, aborrecen de la república y se constituyen en los primeros defensores del actual sistema financiero continental.

Han antepuesto sus intereses económicos a una ideología social innecesaria. Sus examigos, son ahora subversivos y contrarios a la paz, manejan los tiempos —una de cal y otra de arena— a su libre albedrío, miden sus textos e intervenciones, dividen sus espacio y fortalecen el imperio de un presente al que le han cortado las alas y no podrá despegar jamás.

Nuevos aires reivindicativos

Hay que repensar cuál es la praxis política de esta España tan vehemente que lo mismo usa antibióticos para combatir infecciones como se bebe el arsénico de los columneros del señor de los tirantes que convierte a los defensores del machismo en unos simples aprendices de brujo.

Incuestionablemente, la ventana abierta por Chacón permite que los nuevos aires reivindicativos nos alerten de que todo túnel desemboca en la claridad meridiana que necesitamos.

Mientras tanto, ¿qué hace don Alfredo? Pues don Alfredo declara por todos los rincones que nadie lo cuestiona y que por lo tanto no dejará el poder. ¿Cuál poder, el poder de los socialistas auténticos, el de una izquierda responsable e ideologizada?

¿Acaso el exvicepresidente del Gobierno considera que Elena Valenciano, su alter ego, representa al socialismo del porvenir?

El secretario general del PSOE está equivocado. Nadie le niega su capacidad dialéctica y su buena oratoria. Ya está dicho, pero tiene que abandonar, y ya no puede hacerlo, el rintintín de la ortodoxia neosocialista que no es más que el socialismo anacrónico.

El buque en que navega el partido de oposición empieza a tambalearse peligrosamente. La brújula está estropeada, es vieja y no cuenta con los adelantos modernos; le cuesta trabajo  manejar el timón y los marineros reciben órdenes contradictorias y de mala gana.

Negar que el rumbo no es el adecuado y desechar la evidencia que pide con urgencia llegar a otras playas más seguras, es una miopía que pagará cara el señor Pérez R.

Los oscuros caminos por los que transitaron Rodríguez Zapatero y algunos de sus ministros condujeron al PSOE al descrédito y al olvido. Las encuestas lo expresan claramente: aumenta el rechazo al gobierno actual pero, simultáneamente, disminuyen los votantes del socialismo. Lo que significa que la gente no cree en ninguno de los dos y busca, fervientemente, una tercera vía realista que se elabore con sacrificio y entereza; un sendero que se deshaga de los abrojos que impiden avanzar.

Quizás sea muy optimista, pero prefiero contagiarme de lo ocurrido a hundirme en las cuevas retóricas del pesimismo que hasta ahora nos mancha.