La euforia electoral se convirtió en tristeza

Regino Díaz Redondo

Madrid.- La euforia de los incautos que se alegraron  a priori porque Artur Mas no consiguió la mayoría absoluta en las elecciones de Cataluña, se transformó en tristeza y escalofrío porque el presidente tendrá el apoyo incondicional de Esquerra Republicana per Catalunya (eterna enemiga de España) con cuya ayuda podrá citar, aunque sea ilegalmente, a un referéndum para conseguir el voto favorable al separatismo.

Además de que estamos desahuciados por la troika que nos obliga a cumplir con recortes imposibles, Mas llamará a una votación anticonstitucional para conseguir su propósito de abandonar a una nación “que nos roba”.

Resulta que los que roban son, casualmente, algunos de los miembros de la Generalitat que ya han sido imputados por tal delito y que tendrán que acudir ante la justicia para responder por los abusos cometidos ahora durante el liderazgo de Jordi Puyol  y José Montilla.

El sin par gobierno que nos rige alentó mediante una “filtración” un supuesto borrador elaborado por la dirección de la policía en donde se denuncian los malos manejos de la alta jerarquía política catalana.

El pasado 25 de noviembre los habitantes de esa región le restaron 12 curules a Covergència i Unió y se los entregaron a Esquerra Republicana que pertenece al mismo amo, pero con diferente collar.

Lo que el presidente Mariano Rajoy y sus lugartenientes consideran un triunfo no es más que una reafirmación de aquellos que buscan la “independencia” de forma más rápida y drástica.

No habrá que esperar mucho tiempo para que, una vez integrado el nuevo gobierno de la Generalitat, se llame a las urnas a los catalanes para que decidan urgentemente desligarse de la España que los explota, subyuga y extorsiona sin miramientos. (Agréguele todos los peyorativos que quiera, por favor).

Acusación del bote de la basura

Ha quedado claro que Mas quería ser el único “reivindicador” de Cataluña como un nuevo país europeo. Le dolió, sufre, se siente frustrado, tener que recurrir a Oriol Junqueras para conseguir su propósito.

¿Cómo es posible, se dice tan ínclito individuo, que tenga que compartir mi mesianismo si he sido yo el apóstol de tan justiciero anhelo?

Lo más vergonzante es que a su lado aparecen siempre, sin inmutarse y callados, los otros dos protagonistas de tan “brillante” idea.

Jordi Puyol y Josep Antoni Durán i Lleida, con el rostro compungido, escoltan a Mas en todas las reuniones que llevan a cabo y acuden como sus asesores a las múltiples conferencias de prensa que realiza don Artur Mas.

Para Esquerra Republicana ha sido la victoria y no para Covergència. El organismo político que presidió anteriormente Josep Lluis Carod Rovira está de plácemes. Rechazó integrarse al gobierno de Covergència aunque declaró públicamente que lo apoyará para que todo “salga adelante”.

Las mañas utilizadas por el Partido Popular para desacreditar el instinto soberanista de la Generalitat dieron resultados adversos. No es otro que el Ministerio del Interior, a través de alguno de sus integrantes, quien proporcionó el documento que nunca debió de salir del bote de la basura.

Es este un ejemplo más de la viscosa forma en que el neoliberalismo español vuelve a las andadas, se acuerda del pasado y añora las decisiones verticales del sistema antidemocrático en el que vivió el país durante cuatro décadas.

Porque no habrá que esperar dos ni tres años para que se lleve a cabo la auscultación ciudadana en Cataluña sino sólo unos meses para que todas las baterías apunten a trocear el territorio español.

Junqueras lo ha dejado bien claro: “Que se fije para septiembre del 2013 el referéndum”. No se anduvo por las ramas, fue lo primero que manifestó una vez que consiguió duplicar el número de curules de su partido.

Inadmisible es, por lo tanto, que don Mariano en su afán de dar un paso adelante y dos para atrás continúe con declaraciones contradictorias y ambivalentes sobre este asunto que revive épocas nefastas para el futuro de España.

Si releemos nuestra historia se verá que la derecha española ha dado pie en muchas ocasiones a levantamientos armados, a protestas indebidas y siempre da la espalda a la integridad nacional para sostener dolorosamente a las dos Españas de Antonio Machado.

Se queja el señor Mas de que los españoles los “expolian” y les niegan el dinero al que tienen derecho, afirmación que es una falacia de las tantas que conforman el pasado nacional.

Los empresarios catalanes están indecisos. Me refiero a los negociantes que sacan provecho de ambas corrientes políticas. En estos momentos, es notorio cómo permanecen callados y eluden manifestarse.

Si no tenía bastante el gobierno con las presiones de Bruselas, ahora se enfrenta internamente a un problema de igual magnitud que lesionará, como siempre, a la clase media cada vez más reducida y asustada por tales improperios y oscurantismos.

Es indignante que los folios en donde se explica la supuesta malversación de fondos públicos se oculte y no aparezca ni una sola foto de ellos en las decenas de páginas dedicadas a este asunto en la prensa. Tampoco se muestran en la televisión y mucho menos en la pública que está al servicio del Partido Popular.

Comisión para cambiarse los apellidos

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se atreve, apenas, a pedir que “debe investigarse” el asunto. Rajoy, que es el más perjudicado, desconocía la artimaña y se le vio contrito, preocupado y sorprendido.

En los días posteriores a la votación el documento desvelado cayó en el olvido, pero los Puyol han presentado denunciadas civiles y penales, admitidas por el Poder Judicial.

Y tardará mucho, si es que llega, una resolución categórica sobre si hubo delito que perseguir o fueron simples lucubraciones, borrosas de mentes no muy lúcidas ni limpias.

Mientras esto llega, vale la pena informar que la Generalitat, tan urgida de efectivo tiene “embajadas” en el extranjero y 35 oficinas muy costosas en lugares como Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México y Turquía.

En ellas invierte el señor Mas 33 millones de euros al año mientras mucha gente hace cola, como es sabido, en las oficinas de empleo y en los comedores públicos de la región.

(Por si no lo saben, los separatistas Cataluña es la comunidad más endeudada de España)

Son muchas las incoherencias que se dan en estos momentos en el país. Por ejemplo, ya hay grupos formados, extraoficiales naturalmente, para transformar los apellidos españoles en catalanes. Sí, como lo lee. Han concluido que García puede traducirse al catalán en Garriga; Sánchez en Sanxis y Rubio en Ros. ¿Qué tal?

Entonces, ¿existe una crisis institucional de la democracia?

No, lo que existe es una aberración congénita producto de la ausencia de neuronas en casi todos los mandos políticos nacionales.

Para ser más claros, es un hecho que la suciedad, la inopia y el retraso mental de una gran mayoría cercena a una nación que se vanagloria de haber sido protagonista de los mejores acontecimientos internacionales en su pasado y también de los más deleznables.