Joaquín Pérez Sánchez
El gobierno y la oposición en Venezuela siguen enfrascados en un enfrentamiento mediático en torno a la salud del presidente Hugo Chávez, hecho que opaca otros componentes de la realidad venezolana como por ejemplo, el desempeño real de la economía.
Mientras el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro, asegura que Chávez regresará “más temprano que tarde” a su país, ya que éste está saliendo del postoperatorio para entrar en una “nueva fase” de su tratamiento de recuperación, para el ex candidato presidencial, Henrique Capriles, si el “presidente puede firmar decretos, yo lo llamo a que aparezca”.
La disputa mediática entre gobierno y opositores se ha centrado en la ausencia de los reflectores del mandatario a más de 41 días de su cuarta operación contra el cáncer. Para algunos de los opositores, la “verdad” sobre el estado de salud de Chávez se oculta, mientras que para el gobierno, el que la oposición no confíe en los partes médicos oficiales y busque lo mediático, denota una falta de ética política, morbo e irrespeto a la familia del mandatario.
En concreto, Chávez obtuvo la autorización del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de su país que autorizó la ausencia del mandatario en la toma de posesión y permitió que se presente a juramentar cuando esté en condiciones, por lo tanto la oposición ya no puede argumentar ilegalidad y demandar nuevas elecciones. También hay que recordar que Chávez derrotó ampliamente a Capriles el pasado 7 de octubre, con lo cual el mandatario venezolano obtuvo 13 victorias de 14 elecciones nacionales a las que se ha presentado, además de que los chavistas ganaron 20 de las 23 gubernaturas disputadas en diciembre pasado.
Es evidente que Chávez y el chavismo tienen un respaldo mayoritario en Venezuela que trasciende la disputa mediática. En este sentido, algunos números nos señalan el porqué del apoyo al mandatario y su gobierno.
De acuerdo con las cifras oficiales del fin del 2012, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) culminó en 5.5 por ciento, uno de los más altos en nivel mundial. Pero quizá lo más importante de este dato es que este crecimiento se ha distribuido de mejor manera que con otros gobiernos venezolanos.
Durante los últimos diez años, el gasto social en Venezuela ha aumentado en forma considerable, llegando a un 60 por ciento y siendo uno de los componentes fundamentales para la reducción de la pobreza que pasó de más del 70 por ciento en 1996 a menos del 20 por ciento en la actualidad. Estos números son reconocidos por simpatizantes y detractores de Chávez.
Incluso, organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), de clara tendencia neoliberal, han reconocido los esfuerzos positivos del gobierno chavista para reducir la pobreza.
Es en este contexto que se explica la enorme popularidad de Chávez y quizá por ello, el que la oposición busque más el enfrentamiento mediático.