Baja California, antesala de muerte de la democracia
Lo sucedido en la entidad norteña puede ser un antecedente negativo que anticiparía el deceso de nuestra democracia, esa que tantos años nos ha costado fortalecer.
Lo sucedido en la entidad norteña puede ser un antecedente negativo que anticiparía el deceso de nuestra democracia, esa que tantos años nos ha costado fortalecer.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación debe cerrar intentos antidemocráticos como el que se quiere imponer en Baja California.
La renuncia de Carlos Urzúa demostró que la congruencia y la dignidad son valores necesarios en estos tiempos, en que la política es presa de la locura.
Son muchas las razones para no festejar, en contraste con la celebración que, como en tiempos priístas, llevó a cabo el presidente para autoreconocer su triunfo en 2018.
Desterrarlo es necesario para la sobrevivencia de la democracia, en especial en esta época en la que abundan los ejemplos de este tipo de prácticas.
La campaña por su reelección hace que el mandatario de la Unión Americana busque cualquier recurso para ganar votos, como sucedió respecto a nuestro país la pasada ocasión.
El fantasma de los aranceles, como señaló Mike Pompeo, fue suficiente para que México reaccionara. Así, el único ganador se llama Donald Trump
Los resultados del pasado 2 de junio, demuestran que Morena no es la fuerza arrolladora que muchos esperaban, ni que el PAN está derrotado de antemano.
Es obligación del titular del ejecutivo federal cuidar a los encargados de preservar la seguridad del país.
Recortar recursos a instituciones de salud, es muestra de que no importan los ciudadanos, sino la construcción de una maquinaría electoral.
Retornamos a las épocas en que el Presidente decidía todo y por todos, cuando su voluntad era el único requisito para que se hicieran voluntad cualquier ocurrencia que tuviera.
Las advertencias están ahí, para quien quiera verlas; en Venezuela tardaron años en hacerse realidad, en tanto que aquí parece que sólo necesitaron pocos meses.
Decir que los culpables son todos, menos el, es cortina de humo, la realidad ya le empieza a cobrar factura.
El presidente no ha caído en cuenta de que, con la velocidad con que se mueven las redes sociales, la información que vierte en sus conferencias y la falta de respuesta con la que se conduce satura el espacio de la información.
“En el Estado en que un hombre solo… administrase los tres poderes, y tuviese la facultad de hacer las leyes, de ejecutar las resoluciones públicas y de juzgar los crímenes…, todo se perdería enteramente”,
Se cansó de censurar al anterior gobierno con la visita del yerno presidencial de nuestro país vecino, a diferencia de la que tuvo en lo oscurito, en casa de un empresario de Televisa.
Lo que sucedió hace más de 500 años no puede medirse a la luz de la actualidad.
Si el presidente aparece en las boletas en 2021, existirá la tentación de que quiera hacerlo en 2024.
Basta que el presidente diga que no existe conflicto de intereses, que no son corruptos, que el pueblo es lo que quiere, que ahora hay Estado de derecho y que el país está mejor, aunque la realidad diga que está peor.
Repartir culpas a los gobiernos pasados, a los organismos internacionales, a las asociaciones civiles, a los empresarios y a todo aquel sector que le sirva para deslindarse de la responsabilidad de gobernar.