San César Duarte
Ahora son los priistas los más afanados en agitar la bandera de su mochería y su desprecio siempre impune por la Constitución.
Ahora son los priistas los más afanados en agitar la bandera de su mochería y su desprecio siempre impune por la Constitución.
El agraviado no confió en sus perseguidores y continuó el trámite hasta que Estados Unidos le concedió formalmente el asilo solicitado.
Las autoridades universitarias temen que un golpe represivo encienda un conflicto mayor.
Si no se aprueba la reforma constitucional sobre telecomunicaciones, presenciaremos un triunfo de los poderes fácticos.
Las autoridades tendrán que ganarse la participación de los ahora rebeldes, porque sin profesores no hay reforma que pueda caminar.
En lo personal, el señor Anaya puede rendirle homenaje y ofrecerle su cariño y admiración a quien le dé la gana.
El caso Patishtán ilustra en grado extremo los usos y abusos de nuestro sistema judicial, siempre dispuesto a aplastar al pobre.
Hay que celebrar que en Cuba o en cualquier parte alcen su voz las Yoani Sánchez, que en voz alta sepan decir no al poder y afrontar todas las consecuencias.
Chávez fue un personaje que en vida y al morir polarizó a la sociedad venezolana y continental.
Salía más barato mantener en sus cargos a los líderes charros del sindicato y optó por mantenerlos en sus cargos a costa de la educación.
Como nunca, su posición era endeble porque la amplia victoria del PRI en las elecciones la hacía prescindible.
Ese cúmulo de cargas fiscales representa una carga onerosísima para el causante y una pérdida brutal de horas hombre.
La mochería se impone a los deberes que dicta la Constitución.
Tanta diligencia, más que una satisfacción a la sociedad, cobró la forma de una cura en salud.
El resultado es altamente lesivo para la imagen de México.
Salvar de la desnutrición es preservar la inteligencia.
Los amarillos tampoco tienen cara para burlarse de la desgracia del panismo.
El asunto huele mal y el origen de la pestilencia se localiza en la Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito Federal.
Lo único que puede satisfacer a aquella sociedad es que ruede la cabeza de Granier.
Un aspecto más que será objeto de múltiples controversias es el referente a los particulares y organizaciones de particulares, como los sindicatos.