El viceministerio de la Suprema Felicidad
Argentina y Venezuela, casi antípodas en el abecedario, infortunadamente comparten —aparte de su situación geográfica sudamericana— problemas similares (pese a ser países inmensamente ricos, productores de soya y petróleo): alta inflación, caída en las reservas, devaluación de sus respectivas monedas (peso y bolívar fuerte), desabasto y posibles recesiones en ambos casos lo que da por resultado un incierto futuro económico. La inflación corroe a ambas economías dispares en superficie y en población: la primera, con 2,780,400 kilómetros cuadrados y más de 40 millones de habitantes; la segunda, 912,050 km2 y casi 28.5 millones de habitantes.

