¿Se es lector por convicción, disfrute o necesidad?

Formar lectores es un reto enorme no sólo para intervenir como parte de los compromisos de política pública, sino por la complejidad que las prácticas lectoras implican. Primero, si queremos entender cualquier tipo de consumo es necesario comprender quiénes son estos lectores, qué intereses, expectativas y necesidades tienen en su vida cotidiana. No se trata sólo de entender la dinámica, importancia y apropiación del libro como objeto; es imperioso recuperar al sujeto y sus complejidades para saber qué efecto, tendencia o sentido tiene una práctica especifica, en este caso la lectura. Segundo