Notas sobre la poesía de Efraín Huerta

La frase titular del libro de Efraín Huerta, Los hombres del alba (1944), muestra una faz doble: la soledad de la comunidad humana en el mundo, por un lado, y los fenómenos de la naturaleza, por otro; aquella soledad comunitaria —paradójicamente, social—, más parecida al abandono, está enmarcada en un hecho astronómico: el despuntar o comienzo del día, las luces indecisas de ese momento también llamado “crepúsculo de la mañana”.