El comienzo de una era
El discurso de la toma de posesión no sólo cubrió el protocolo, planteó la agenda con directrices y compromisos de acciones, pero también con una direccionalidad ética y política.
El discurso de la toma de posesión no sólo cubrió el protocolo, planteó la agenda con directrices y compromisos de acciones, pero también con una direccionalidad ética y política.