Maravillas malabares

Maravillosa imaginación, malabares inacabados, oficio del escritor que atraviesa por “un mundo de mentiras y falsas realidades”, en el que “nada hay más cierto que la ficción”, como lo apunta el editor español Javier Fernández, al hacer referencia al libro Maravillas malabares (Cátedra [Letras Hispánicas], Madrid, España, 2015), de Guillermo Samperio, quien destaca su participación “en la editorial más importante de la lengua española, en la que el último autor mexicano que entró en esta casa editorial fue Salvador Elizondo, y ahora yo”.

Árbol: Seducción y presencia

El árbol, gigante de muchos ojos/hojas, es seducción y presencia para el que lo enfrenta. Así, el escritor terminar por ser atrapado por ese ser que habita entre la libertad de la nube o que se atraganta con la figura del firmamento o que desde su sitio cobra la razón de su presencia es gracias a su propia naturaleza, pero esa presencia se delinea con una nueva mirada gracias al quehacer poético que se utiliza en este caso para que la vida del árbol sea vista como el ser que habita, que nos habita. “A semejanza de tu libertad se puebla el cielo./ Son golondrinas./ Les podemos hablar con nuestros ojos./ Cuando eran humanas buscaron amapolas/ revolviéndose en la hiedra./ Pero ni un pétalo encontraron,/ ni una señal de sueño púrpura”.

La dueña del Hotel Poe

El libro de Bárbara Jacobs, La dueña del Hotel Poe, cierto es que no se deja ver como una novela convencional, porque en el recorrido de varias páginas se puede llegar a sentir que hemos avanzado tanto sobre lo que tenemos en las manos, que es “La dueña del Hotel Poe” pero, conforme continuamos, las luces metaliterarias que mencionamos al inicio se alejan y, así, las personalidades se funden en personajes, la no ficción se combina con la ficción y ambas líneas paralelas corren en zigzag para completar una novela que, si bien se aleja del convencionalismo, termina por ser un amplio panorama literario que, se menciona en la cuarta de forros del volumen: “como en una espiral sin fin, comenzamos con una novela breve dentro de la novela; a continuación, diversos textos ensayísticos y fragmentos de un diario personal permiten adivinar la personalidad de su autora, la dueña del Hotel Poe”.

Fuego más lento

La labor del poeta es la revolución de la memoria, es encontrar más de una forma a un objeto, más de un rostro a un rostro. De esa razón se aprehende la mirada, o la múltiple mirada, que nutre las páginas de un volumen que constantemente abre caminos nuevos: “La seducción se acompaña con la memoria/ entre arrabales de fuego/ entre huellas de cenizas.// Tejas en desvelo sueñan sobre la cama de la seducida,/ ríen entre las heridas del que recuerda”.