Destituir al presidente
Por ejemplo, iniciar un proceso de destitución al mandatario que deliberadamente viole la Constitución; al presidente que de muestras de ineptitud y mal desempeño, –como sucede en varios países–.
Por ejemplo, iniciar un proceso de destitución al mandatario que deliberadamente viole la Constitución; al presidente que de muestras de ineptitud y mal desempeño, –como sucede en varios países–.
La gran duda es hasta dónde quiere llegar el gobierno. ¿Se va a hacer público el juicio donde el procesado rechace o confirme que el candidato Peña Nieto recibió supuestos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht?
Cuando la mafia o el narcotráfico se atreven a salir a las calles para hacer ostentación de su poder es porque saben que su impunidad está garantizada. Que la autoridad no se atreverá a tocarlos y que, incluso, contribuye sin titubeos a su protección.
Para decirlo claro, la fotografía es la confirmación de un pacto oscuro que contiene un compromiso clave: no estorbar al presidente para que cambie lo que quiera cambiar o destruya lo que tenga que destruir.
La grave crisis que hoy pega sobre todo a los mexicanos más pobres tiene un solo origen: el gobierno de la 4T decidió romper la cadena de abasto de medicamentos.
La cancelación del Seguro Popular no solo es uno de los errores más graves cometidos por esta administración. Se trata de una de las peores injusticias de la 4T en contra de las familias más pobres.
Gertz Manero, tal vez sin proponérselo, le pegó un puntapié a un régimen que ha hecho de la descalificación e imputación ilegal, del miedo, la persecución y el escarnio, la base de su poderío político.
Digamos, que hoy, en el 2020, tenemos que decidir entre perder a México, sus ideales, libertades y unidad o ser capaces de poner un alto a quienes tienen una visión retrógrada, represiva y corrupta de gobernar.
Cháirez y los otros artistas tienen derecho a ser respetados en su libertad de expresión, pero las autoridades culturales están obligadas a definir qué quieren hacer de Bellas Artes.
Esta no es la primera vez que sucede. López Obrador acostumbra encubrir a sus colaboradores acusados de corrupción. ¿Le suena Gustavo Ponce, Bejarano, “el Señor de las Ligas” o más recientemente, Manuel Bartlett?
Detrás de la capitulación hay asuntos de vida o muerte para López Obrador. La necesidad de ser bien visto y reconocido por el vecino y la idea religiosa de creer que con el T-MEC va a evitar el colapso de la economía.
Cuando Cárdenas dice que López Obrador no es de izquierda, lo arroja de manera automática en dos posibles basureros: en el neoliberalismo –que tanto critica el presidente– o en una peligrosa autocracia anodina, confusa y deshilvanada.
Los “vende patrias” son quienes dan asilo a un activista extranjero dedicado a convertir México en plataforma para la desestabilización internacional. Evo sí es un riesgo para la soberanía.
Cortés pudo haber sido un aventurero ambicioso, pero su expedición no estaba obligada respetar leyes locales y tratados internacionales, simplemente porque no existían.
El asilo a Evo Morales, la imposición de Rosario Piedra Ibarra en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la intención de controlar el INE y otros retorcimientos de la política y de las leyes son ejemplo de un proyecto de gobierno que está sustentado en todas las variantes del fraude. Por eso, el apoyo histérico a Evo Morales.
Varias voces dentro del ámbito político y financiero de Estados Unidos han sugerido una intervención militar en caso de que el gobierno lópezobradorísta no pueda con los grupos criminales.
El discurso del general es una gota de agua en el desierto. Es la primera voz, con autoridad, que se atreve a decir lo que está sucediendo en las entrañas de una ya compleja y difícil relación entre militares y civiles.
Un político que le hace favores a las cabezas de los cárteles se traduce en protección al crimen y ya no tiene elementos creíbles para hablar de la “mafia del poder”, de una “minoría rapaz” o de que los gobernantes del pasado eran una pandilla de saqueadores.
La crisis de Culiacán echó por tierra mentiras y mitos. Un cártel mató a balazos la 4T. Desmitificó a la Guardia Nacional, un invento de la propaganda populista a la que se le atribuyeron cualidades mágicas; creada para marginar al Ejército y cuya inexperiencia derivó en el fracaso de un operativo que exigía experiencia, inteligencia y estrategia.
El Poder Judicial en México se encuentra, actualmente, en uno de los momentos más decisivos de su historia. Tiene que escoger entre defender la democracia constitucional o contribuir a la demolición de la república.