China, ese gran desconocido
China vive una transformación cien veces mayor y diez veces más rápida que la primera Revolución Industrial.
China vive una transformación cien veces mayor y diez veces más rápida que la primera Revolución Industrial.
Por primera vez en la historia tenemos un candidato sujeto de interés de la PGR.
En un momento en el que el mundo vuelve a girar a lo social; cuando la tendencia es proteger a los trabajadores, esta ley los desprotege.
El comercial de Meade donde pretende engañar a la ciudadanía es ofensivo por desprenderse de la premisa de que el pueblo se lo puede creer.
El punto más grave de todo esto es la falta de una propuesta de ruta para la conducción de un proceso viciado, frágil.
Los “aplaudidores”, los “quedabien” y los “cortesanos” dominaron la agenda con mayoría y cinismo, sin argumentos.
No hubo una política de seguridad más allá de la desastrosa decisión de juntar las secretarías de Seguridad Pública con la de Gobernación.
Es momento de que la izquierda responsable gobierne el país con una visión social, democrática y de compromiso.
Priva en el imaginario colectivo una fe compartida de que el país no es conducido por el rumbo adecuado.
Todo por una sola obsesión: los amigos, los incondicionales y los castrados tienen derecho a estos cargos.
Los partidos son la herramienta constitucional del Estado mexicano para redimir los conflictos, no deben ser la arena que los potencie.
Hoy la gente se organizó de manera inmediata a través de las redes sociales, pero en lo esencial las lecciones del 85 siguen siendo válidas y deben ser aprovechadas.
En un país incendiado, agraviado, al que le duele el abuso y la corrupción, tenemos la obligación de proponer soluciones de fondo y en este caso es con un nuevo diseño de la Fiscalía.
La reflexión de fondo es qué conviene más y a quién le conviene.
Desde la primera negociación del TLCAN se planteó como prioridad el desarrollo de infraestructura. Sin embargo, la construcción de obra pública fue secuestrada por la corrupción.
Nuestro país reconoce Estados, no gobiernos, además es contundente y explícita la política de no intervención.
El secretario Gerardo Ruiz Esparza es el funcionario menos dispuesto a rendir cuentas ante el Congreso.
Pensar que la segunda vuelta es una prioridad ofrece una versión torcida sobre las necesidades de la democracia mexicana.
El problema no son las instituciones, es la perversión de ellas.
El bloque gobernante parece que solo conoce una solución: enviar al Ejército a las calles.