Crucifixión del Ejército

A muchos mexicanos, señor presidente, nos enseñaron en la escuela y en nuestros hogares a respetar al Ejército. Vemos en el uniforme que llevan soldados y oficiales, el símbolo de la patria.

No podemos aceptar, entonces, que por órdenes de usted –aunque sea el presidente, o precisamente por serlo– se permita que los delincuentes humillen a nuestros soldados.

La mano negra

Dice López Obrador que un país pacifista no necesita tener un ejército. La mentira esconde, como ya es costumbre, la verdad. México enfrenta hoy una guerra, como ningún otro país, contra el narcotráfico. La desaparición, entonces, de las fuerzas del orden solo puede beneficiar al crimen organizado.

Siete meses de agonía

Pese a la sonrisa sardónica de cada “mañanera” con la que Andrés Manuel López Obrador repite una y otra vez que “todo va muy bien”, el deterioro nacional parece imparable. Si el país fuera un hombre o una mujer, podríamos decir que envejeció de pronto cien años.

Renunciar al PRI por defender a México

Permanecer en el PRI significaría en este momento ser comparsa de algo que se parece cada vez más a una tiranía; de un proyecto que “gobierna” para sembrar odio y división, para imponer verdades absolutas, para castigar y vengarse de quienes hablan, escriben o piensan diferente, que goza sádicamente con enfrentar y burlarse de los mexicanos.