¡Detengan el baño de sangre!
Ya lo comentábamos en este mismo espacio hace un par de semanas, el actual escenario que presenta el estado de Guerrero de cara al resto del país y al mundo entero es de total desolación. Y es que, ¡pobres guerrerenses, no tienen ni para dónde hacerse! Sexenio tras sexenio se han tenido que zampar a tremendos sinvergüenzas que en nombre del progreso y la democracia sólo se han dedicado a engañar y a saquear a todos y cada uno de los habitantes de esta bella entidad rica en recursos de toda índole.