El nuevo santo mexicano

El amor desmedido de José Luis Sánchez del Río por Cristo y su dolorosa y torturada muerte le han valido convertirse, por fin, en casi un Santo, el número 32. Su título será oficializado en próximas semanas, quizás días. Beatificado hace poco más de una década, será el Santo más joven de México.

La terrible “dulce” muerte

Es increíble, pero cierto: la industria azucarera es el gigante venenoso más grande del mundo, con una producción anual superior a los 170 mil millones de kilos de azúcar. La obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la hipertensión arterial, principales causas de morbilidad y mortalidad en México y en otras muchas partes del mundo, están íntimamente vinculadas a este dulce verdugo y pese a ello, nomás no avanzamos como debiéramos.

Mortal culto al cuerpo

La muerte de Raquel dos Santos, una guapa y joven mujer, ya no impactó tanto en Brasil ni en otras partes del mundo, a diferencia de los casos de otras féminas que perdieron la vida en circunstancias similares. El culto al cuerpo cuesta y a ellas les costó, entre otras cosas, la solidaridad, el respeto y la existencia. No es lo mismo morir de cáncer que quedar en una plancha de liposucción.

El periodista fue la nota

Dice una de las máximas del periodismo que el reportero nunca debe ser la nota, pero en este caso se trata del riesgo que implica el ejercicio periodístico. Entre muertes confirmadas y otras donde hay “sospechosísmo” de asesinato, al menos 8 periodistas perdieron la vida en México en este agonizante 2015; con esta cifra, nuestra nación se coronó como la más peligrosa en América Latina para quienes ejercen la difícil y compleja profesión de informar a la ciudadanía.