Autoritaria ante la corte, sumisa ante el crimen
La ceremonia en Querétaro sirvió para confirmar –si había duda– lo que dijo Trump: “El gobierno mexicano tiene una alianza intolerable con el crimen organizado”.
La ceremonia en Querétaro sirvió para confirmar –si había duda– lo que dijo Trump: “El gobierno mexicano tiene una alianza intolerable con el crimen organizado”.
Mientras tenemos la mirada puesta en el norte, atentos a lo que dice y no dice Trump, aquí abajo, en las cañerías de la 4T sigue la destrucción de las instituciones y de la democracia.
Trump dedicó el discurso de toma de posesión a nuestro país. Lo hizo para decir que México representa un grave riesgo para la seguridad de Estados Unidos y que su gobierno lo tratará como un enemigo a vencer.
Claudia llegó al gobierno, se puso la banda, vive en Palacio Nacional, se sienta en la silla presidencial, administra, no gobierna, porque quien tiene el poder se llama Andrés Manuel López Obrador.
Trump –a diferencia de Biden– está aprovechando a su favor la herencia de violencia e ilegalidad que dejó López Obrador.
La colonización de las conciencias empieza por las palabras. Empecemos por desmitificar y vaciar de contenido el discurso de la 4T. Hay que arrojar al basurero de la ignominia la lingüística del obradorato.
Hoy se habla de defender la soberanía frente a Estados Unidos, cuando no se ha tenido la voluntad de impedir que los cárteles operen como operadores electorales del partido en el poder.
Así como acusaron a jueces, ministros y magistrados de ser corruptos para justificar la imposición de juzgadores en urnas arregladas, ahora utilizan los malos manejos en el INFONAVIT como pretexto para aprobar una reforma que sólo conviene al gobierno.
¿Cuál es la verdadera? ¿La sensata que evita pelarse con Trump, el elefante en la sala, o la ideóloga que interpreta la realidad al gusto del cuatroteísmo para decir mentiras?
Senadores, diputados de Morena y la misma presidenta que evoca al expresidente un día sí y otro también, dan muestras constantes –¡y ay de ellos si no!– de estar atados y más que atados al Maximato de López Obrador.
¿A quién le creemos? ¿A Sheinbaum o a Trump? Populista contra populista. Los dos utilizan la posverdad, la mentira y la manipulación para satisfacer a su mercado electoral.
El ex ministro de la Corte, Arturo Zaldívar, principal instigador de la reforma Judicial, dijo que jueces y magistrados tienen amenazados a sus colaboradores para evitar que participen en la elección de juzgadores.
Ken Salazar también quitó la máscara al “Segundo Piso”: “Las estadísticas delictivas con las que se dice al pueblo de México que todo está bien, no muestran la realidad…”
El voto de Pérez Dayán es la voz discordante en medio de un consenso de juristas nacionales e internacionales que han calificado la reforma jurídica de Morena como una locura.
El redactor de la reforma conocida como “supremacía constitucional” no está en la presidencia, tampoco en el Congreso, está en “La Chingada” y tiene como poderoso operador a Andy López Beltrán…
La intentona de reforma que presentó Morena para impedir que las reformas constitucionales sean impugnadas mediante amparos o controversias es un golpe brutal a la democracia y a los derechos humanos.
La tómbola de Morena es el Joker, el Guasón. El delincuente burlándose de la ley, el que irrumpe para vengarse y destrozar el sistema. La mayoría morenista decidió acabar con el futuro de cientos de seres humanos por el simple hecho de ostentar el poder.
¿Hasta dónde puede llegar el “diálogo” entre Noroña y Piña si ya se advirtió que Morena no cederá un milímetro en la elección de jueces, ministros y magistrados?
Al rendir protesta como la primera Presidenta de México, Claudia Sheinbaum pidió que la llamaran Presidenta con “A”. Con esa solicitud busca que la igualdad de género empiece por el lenguaje.
Con el ungimiento de su hijo Andrés López Beltrán en la Secretaría de Organización de Morena no está diciendo con toda claridad a los mexicanos: seguiré en el cargo.