La democracia en manos de Rivera
La Iglesia católica es por antonomasia la antítesis de la democracia, y su milenario autoritarismo es su paradigma en la historia universal.
La Iglesia católica es por antonomasia la antítesis de la democracia, y su milenario autoritarismo es su paradigma en la historia universal.
Las civilizaciones originarias de Mesoamérica dieron muestras de una profunda cultura de respeto a lo que hoy llamamos ecología.
Esa muestra de dignidad y de congruencia nutre la esperanza de que el rescate de México se forja en su pueblo, no en sus políticos.
La simulación y el doble discurso de Felipe Calderón sobre derechos humanos permite aplicarle puntualmente la sentencia de Hebbel.
Es menester que la sociedad mexicana actúe en defensa de su soberanía y su democracia
Es menester prever las sordas resistencias que generará la acción gubernamental dentro de las filas de la policía capitalina.
Ebrard y López Obrador brindaron una bocanada de ética política al demostrar la factibilidad de la unidad de objetivos, por sobre la pluralidad de estrategias, zanjando con su conducta las divergencias.
Pago uniforme de cinco mil pesos, sin distingo si se trata del alquiler de un salón a una pareja o si se renta todo el inmueble para un promedio de 450 asistentes.
Asumir como obligación del gobernante la consulta popular, como mecanismo inherente a la democracia, tal y como ocurría en el ágora ateniense
El estamento político determinó ampliar el dictado de la no reelección a todo cargo de elección popular.
En el PRD la violencia y la amenaza valen más que la voluntad y la convicción democráticas de la gran mayoría de sus militantes.
Para nadie es un secreto que ante el inminente proceso electoral del 2012 las obsesiones partidistas por conquistar o retener el poder se manifiestan en deleznables acciones como el uso faccioso de la justicia.
Las defendidas iniciativas, más que propiciar una coalición de programas políticos, generan un escenario de colusión de intereses cuyo fin oculto es consagrar una república imperial.
Calderón se juega una última carta, para tratar de imponer su tiranía y la arbitrariedad sobre las que con tanta claridad nos alertaron los Constituyentes de Apatzingán un 22 de octubre de 1814.
Resulta perverso ignorar que la recepción de Anthony Wayne, en fecha tan significativa, no se entienda como prueba irrefutable de sumisión a un poder extranjero.
El dinamismo inherente al plan integral de manejo permite replantear esa estrategia y facilitará un proceso de inclusión y apropiación de un pasado histórico.
Nadie duda ni niega el profundo amor y afecto que muchos mexicanos profesan por un pontífice lleno de vida espiritual, pleno de fe y misericordia, un líder.
Al desacierto senatorial de negarse a ocupar su espacio en San Lázaro, se han sumado el despropósito de la costosa y mal hecha sede del Paseo de la Reforma.
Liderazgo político que no reconozca la prevención y rehabilitación como los principales instrumentos de control del índice delictivo pone en riesgo la estabilidad social, y si a ello se le añade un sistema de justicia criminal debilitado, el peligro es mucho mayor.
Lo único que se logró es ampliar al Ejecutivo su abusiva discrecionalidad, su obsesiva proclividad a “darle la vuelta a la Constitución”.