Se acabó
También se equivocó Joaquín Hernández Galicia cuando creyó ser dueño de Pemex. Y se equivocó Elba Esther Gordillo al creer que el gobierno y el Estado mexicanos estaban a su servicio.
También se equivocó Joaquín Hernández Galicia cuando creyó ser dueño de Pemex. Y se equivocó Elba Esther Gordillo al creer que el gobierno y el Estado mexicanos estaban a su servicio.
Parecería un contrasentido, pero no lo es. El diputado Manlio Fabio Beltrones y el gobernador Ángel Aguirre tienen razón. ¿Los dos? Sí, los dos. No, obviamente, en la guerra verbal y muy personal en la que se enfrascaron recientemente, sino en las declaraciones que hicieron con respecto a la llamada policía comunitaria.
La renuncia de Benedicto XVI a la cátedra de San Pedro es también una protesta y una denuncia. Es la mejor vía que encontró Joseph Ratzinger para hacer pública la descomposición de la Iglesia y la vida interna del Vaticano.
Una institución que se había convertido en icono de la democracia vanguardista y en símbolo de los espacios que ha venido ganando la ciudadanía para defender sus derechos ante los excesos y la arbitrariedad del poder, quedó transformada, de pronto, en lodazal.
La historia nos dice que cuando un presidente de la república evita, por diversas razones, marcar distancia con respecto de las administraciones pasadas, los costos de los errores cometidos en el pasado termina por pagarlos el mandatario en turno.
La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de liberar a Florence Cassez fue repudiada por gran parte de la sociedad, entre otras razones, por no existir una estrategia que blindara penal, política y mediáticamente el escenario.
La ley de Herodes es una película convertida en un clásico del cine mexicano, estrenada en 1999, un año antes de la salida del PRI del poder y donde los habitantes de San Pedro de los Saguaros decapitan a su alcalde por robarse el dinero de la comunidad.
Legisladores y funcionarios se quejan de que Enrique Peña Nieto no los deja ni dormir. La velocidad e intensidad que ha dado a la conducción del gobierno tiene sorprendidos y desubicados a quienes estaban acostumbrados a tener presidentes lights.
Quienes aseguran que Enrique Peña Nieto se parece a Felipe Calderón porque, al igual que su antecesor, también pretende convertirse en el presidente del empleo, se equivocan.
No sería extraño que el senador del PAN Juan Carlos Romero Hicks aparezca en los archivos secretos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como “persona indeseable”.
Efectivamente, desde que Enrique Peña Nieto era candidato a la Presidencia de la República se hizo costumbre entregar los celulares, i-Pads, laptops a una edecán que estaba a la entrada del salón donde se iba a llevar a cabo la reunión.
El expresidente de Francia Nicolás Sarkozy publicó el 4 de septiembre de 2007 una carta dirigida a los maestros y padres de familia con motivo del comienzo de clases. La tituló Carta a los educadores. La llamó así porque, para el autor, las escuelas no son las únicas obligadas a educar.
Desde Palacio Nacional, Enrique Peña Nieto marcó los ejes fundamentales de su gobierno. La línea vertebral de su mensaje consistió en decir cómo, durante su sexenio, serán recuperadas las facultades y responsabilidades fundamentales del Estado mexicano, olvidadas y abandonadas, cuando menos, desde hace dieciocho años.
El 1 de diciembre de 2012 aparecerá en los libros de historia como el día en que el PRI regresó al poder.
La presencia de Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, desde donde dirigirá el primer mensaje a la nación, no es un recurso palaciego —como afirman los jilgueros lopezobradoristas— sino el regreso a la forma republicana de concebir y practicar el poder.
Miguel Angel Mancera eligió la reforma del Distrito Federal para lanzar una primera señal de inclusión política. A diferencia, pero sobre todo en contraste, con sus antecesores
Las páginas de oro de la política exterior mexicana recuerdan la amistosa relación que hubo entre dos presidentes con perfiles humanos similares: Adolfo López Mateos, en México, y John F. Kennedy, en Estados Unidos.
Durante varios meses, los capitalinos vimos con sorpresa que una esquina del Bosque de Chapultepec, totalmente olvidada por las autoridades, sucia y polvorienta, de pronto se convertía en un parque de primer mundo con luminarias, caminos adoquinados, bancas aceradas, jardineras y ciclopista.
Hace unos días, el periódico La Nación de Buenos Aires, publicó una entrevista a Luiz Inacio Lula da Silva, donde el expresidente de Brasil dijo que “la democracia es una alternancia de poder, no sólo de personas, sino de sectores de la sociedad”.
La reforma laboral está dejando lecciones importantes. Una de ellas es que hay dos formas de hacer política: a la manera de un elefante que llega y aplasta todo, o a partir de una cuidadosa estrategia que implique cálculo e inteligencia en la negociación.