Adiós al Estado nacional
Estamos frente al debilitamiento total de un Estado nacional, producto de la sangre y del dolor de muchas generaciones de mexicanos.
Estamos frente al debilitamiento total de un Estado nacional, producto de la sangre y del dolor de muchas generaciones de mexicanos.
El ejemplo de Rafael seguirá siendo un paradigma de conducta y de esperanza.
Duverger dice que el proceso de la democracia moderna se ha desnaturalizado cuando los partidos políticos se convierten en instrumento de un pequeño grupo, de una persona o de una familia.
La semana que ha transcurrido trajo consigo noticias de impacto político que habrán de trascender en el futuro inmediato. En primer término, en el escenario de la sucesión presidencial, se están definiendo, cada día con mayor claridad, las candidaturas presidenciales más importantes.
Las mezquindades y envidias de algunos grupúsculos siguen intentando judicializar el desarrollo político del PRI en el Distrito Federal, algunos de éstos probablemente no sean otra cosa que saboteadores del propio proyecto priísta.
Estas letras pueden ser dolorosas, pero creo que estamos en el momento necesario para evitar que nos afecten los hechos que hemos aludido.
Muchos priístas deben seguir el ejemplo del senador Beltrones, quien sacrificó su pretensión en aras de la unidad.
Lo que preocupa es la definición doctrinaria y la visión de un México que se encuentra, hoy, amenazado por la inseguridad, y en la más absoluta iniquidad social gracias al modelo neoliberal en el que estamos inmersos.
Convocar o hablar de la desobediencia civil en este momento de incertidumbre política y de inseguridad nacional es, sin duda, un acto premeditado e irresponsable.
El pasado lunes 10 de octubre, un grupo importante de mexicanos interesados en la política, ya sea desde la trinchera partidista o desde el análisis académico
Es muy difícil que —faltando menos de un año para la elección federal y abierto el proceso político para esos comicios— pueda transitar con éxito una medida tan profunda como la propuesta.
El PRI no está haciendo su mejor trabajo, está equivocando las estrategias, nuestro presidente Moreira está hablando de más, pues hasta promueve la candidatura de López Obrador diciendo que “es el adversario a vencer”.
El partido volverá, pero tiene que hacerlo sobre bases sólidas, pues la frivolidad hasta hoy manifestada sólo causa desconcierto y duda.
La Independencia de México consiste en que los mexicanos seamos dueños de nuestro propio destino, de nuestra identidad cultural, de nuestra forma de ser, pero también que podamos romper las distancias abismales de la desigualdad.
Yo creo que la respuesta es clara: México debe seguir adelante con una economía de mercado, abierta y competitiva, generadora de empleos.
Vivimos momentos que requieren la unidad de la nación, y reflexiones que nos permitan que la democracia y el sistema político sigan la vida institucional del país.
Los laureles vuelven a reverdecer y sitúan [a Beatriz Paredes] como el candidato más idóneo para que el PRI recupere la ciudad, y pueda darle un nuevo diseño constitucional al Distrito Federal.
¿Por qué hay que esperar la falacia de la nueva ley que en el fondo establece lo mismo?