Huevos de avestruz
Cuento inédito
Cuento inédito
Guillermo Samperio demostró a través de cada uno de sus libros lo que siempre decía: “no hay como el esfuerzo y es suficiente para llegar a la luminiscencia artística…”.
Descanse en paz, Guillermo Samperio.
En el momento de escribir obtengo mis mayores momentos de exilio, donde el único mundo que existe es sólo en el que me estoy introduciendo con la escritura.
Poco a poco se va atenuando la bruma. Al fondo hay luces rojas y azules.
Fumar causa cáncer, capricornio y libra. Fumar amputa un miembro del Partido Comunista. Si fumas en demasía, fuma mejor con las minorías. Fumar provoca coágulos, triángulos y paralelopípedos. Fumar a veces sólo causa pedos.
Durante siglos la soledad se ha suplido por diversas compañías que no son humanas, o que provienen de lo sobrenatural, o en dependencia con algún sentimiento retorcido.
A lo largo de mi vida tuve cuatro encuentros con el maestro Edmundo Valadés. Dos de manera indirecta y dos directamente.
Un libro irreverente y divertido, donde las palabras salen a bocajarro, sin mesura, sin remordimiento, sin tregua, pero sí con mucho agravio, donde los personajes protagonizan una trama burlesca de principio a fin y, que a su vez, rehacen la historia del pueblo de Aguaprieta.
Aquella noche, Diana soñó que jineteaba un pegaso de cuerpo azul cobalto y alas de un azul profundo.
La brevedad es el alma del ingenio, escribió Shakespeare en Hamlet. Sin embargo, el ingenio por sí solo no es suficiente, sino se emplea bien y con cierto sentido poético. Quizá por ello las ficciones breves tienen alguna familiaridad con el gesto poético, en el que muchas veces se apoya.
De alguna manera, en el dolor y la finitud, nuestras emociones son semejantes, siamesas, lo cual no parece extraño. Hay momentos, en la frialdad del cuarto nocturno, en que despierto de madrugada y me sube el miedo al estómago como si estuviera pariendo un martirio de camaleón disecado con la lengua de fuera.
El hombre que fuma puro en la ventana platica con las nubes que pasan; les manda dardos de humo. Las nubes le regresan granizo. El hombre cierra la ventana, da una fumada profunda al puro, mira hacia el horizonte y avienta donas humeantes que se deshilachan contra el vidrio; a veces, antes de estrellarse contra la ventana, por el centro de la dona pasa un mosquito en un azar sorpresivo que el hombre no volverá a repetir. Las nubes que pasaban se fueron a lloviznar en otra parte.
Es precisamente en Rayuela donde Cortázar desarrolla al máximo su visión acerca de los cronopios, las famas y las esperanzas.
Esta novela nos introduce en la maldad del ser humano y muestra distintos aspectos, esenciales.
Ya en la noche, cuando los focos están apagados y se instala un largo silencio, es cuando ellos piensan mejor. Piensan en la luna llena, las luciérnagas, los arbotantes, en los focos fundidos, en las lámparas de mano de los veladores, en el brillo de los ojos de las mujeres que están de pie en las esquinas, en el foco que se enciende sobre las cabezas de los científicos, los poetas o los filósofos, cuando les viene una idea estupenda, en el centelleo de los charcos después de la lluvia, o en otros focos apagados.
La filosofía de oriente ha traído a nuestra sociedad occidental nuevas visiones del cómo vivir la vida y una de tantas vertientes ha sido la de disfrutar el instante, vivir el momento.
Caminaba solitario pegado a la cerca de finas tablas barnizadas mientras la noche se hacía más negra debido a que la luna se había perdido tras las montañas del oriente y esa oscuridad intensificaba el torbellino de pasiones en el cuerpo del marinero desde sus pies, al fin en tierra, hasta su frente, quien se negó a subirse al navío a pesar de que el capitán le rogó largo tiempo para treparse al barco y hasta le reconfirmó que era su hombre indispensable entre el montón de marineros.
No vale la pena darle pedradas a Mao ni a su Revolución Cultural (primitivismo comunista); lo que es importante es destacar que, en la última década, Oriente ha ganado varios Premios Nobel.
A Mikel Lecumberri Lo más atractivo sobre el Premio Nobel de Literatura para el escritor Mo Yan es que ya es un premio, en esta ocasión, aceptado por China, su país, y por Occidente, quedando fuera de importancia y sin recordar a los Premios Nobel de la Paz de esa misma China, uno de ellos, en 1989, el denominado Dalai Lama, Maestro Espiritual del Tíbet.