Presidente: ¿es usted narco?
Presidente: ¿Es usted narco? ¿O aspira a convertirse en uno de ellos? Son preguntas que nos hacemos los mexicanos porque lo vemos lucir y presumir sin pudor la relación de amistad que tiene con los criminales.
Presidente: ¿Es usted narco? ¿O aspira a convertirse en uno de ellos? Son preguntas que nos hacemos los mexicanos porque lo vemos lucir y presumir sin pudor la relación de amistad que tiene con los criminales.
La mafia no quiere al papa Francisco, y no precisamente la siciliana o la del crimen organizado mexicano, sino la que ha construido el alto clero.