Con el coronavirus los pasos perdidos
De manera paradójica, la suspensión de actividades y el confinamiento social que acompañan a la crisis sanitaria generada por la pandemia de Coronavirus, actualizan y materializan esa utopía ancestral.
De manera paradójica, la suspensión de actividades y el confinamiento social que acompañan a la crisis sanitaria generada por la pandemia de Coronavirus, actualizan y materializan esa utopía ancestral.
México ha hecho de la cultura una de sus más eficaces cartas de presentación. Tradicionalmente, su diplomacia cultural ha facilitado un mejor conocimiento de la nación en el extranjero y abierto puertas a la cooperación y el entendimiento.
Hay también quienes visualizan estos hechos a través de prismas milenaristas y de signos que anunciarían la inminencia del fin de los tiempos. Las creencias se respetan, pero en la atención del Covid-19, lo secular se ha impuesto a lo divino.
La globalización, en crisis y de futuro incierto, propicia un diálogo intercultural tolerante y respetuoso de lo diverso, en el que están llamados a participar, con prioridad, talentos y creadores jóvenes.
Ante esta realidad, gobiernos y organismos internacionales, en especial la OMS, tienen la delicada tarea de seguir informando y de atender la emergencia sanitaria, la cual impacta ya a los mercados internacionales.
Entre 1945, cuando se fundó la ONU, y 1989, año del colapso del Muro de Berlín, la pugna Este-Oeste brindó a la comunidad de naciones la certeza de que su actividad internacional sería bienvenida.
“Tiempos recios” descarta animosidades bipolares en el golpe contra Arbenz y subraya las maquinaciones de la United Fruit Co. para preservar sus intereses económicos en la industria bananera en Guatemala
Las generaciones que nacieron en las últimas dos décadas del Siglo XIX y a principios del XX, fueron testigos del alunizaje, tal y como paradójicamente también lo fueron de los primeros usos de la electricidad para alumbrar calles y hogares
En la reciente Cumbre de Londres y para los observadores externos, fue claro que en pasillos rondó el fantasma de una sociedad que tiene dudas y temores por la falta de idoneidad de la Alianza Atlántica
Así las cosas y en un entorno frágil e impredecible, avanzan los impulsos disgregadores de actores hegemónicos que polarizan el espectro político global.
Este inédito abrazo estimula la memoria sobre la conquista, la cual tuvo como antecedente el viaje colombino y el encuentro de dos mundos, semilla que se tradujo en el proceso irreversible de mestizaje y sincretismo del que nació México.
En todos estos casos, incluso hoy con Francisco, el eje central ha sido el compromiso de la Santa Sede con la paz, la justicia económica y el respeto al Derecho Internacional.
No se trata de construir la utopía, sino de reconocer que, frente a la inescapable voracidad humana, la paz es posible.
A esta realidad se añaden el terrorismo, las amenazas híbridas y la siempre latente posibilidad de que la energía nuclear sea utilizada, con fines no pacíficos.
Han pasado ya 209 años desde el emblemático grito de Dolores. De entonces a la fecha, no sin sobresaltos, los mexicanos hemos tejido fino para edificar la gran nación que somos hoy.
La interlocución de los gobiernos nacionales con la jerarquía eclesiástica y sus agentes es pertinente ahí donde exista cualquier forma de conflicto real o potencial.
A los mexicanos nos habría encantado tener, al menos, a un connacional participando en el Tour. Lamentablemente, hace décadas que el deporte del pedal en nuestro país está prácticamente muerto.
En un mundo con relaciones internacionales contradictorias, es crucial la atención del tema del desarrollo y el combate a la pobreza.
La migración, como fenómeno mundial, es un tema que urge atender, considerando aspectos como los derechos humanos.
El Papa Francisco continúa con sus visitas a diversos países del mundo, ahora tocó el turno a la región oriental de Europa, en donde se pronunció en el tema del cambio climático.