Los incómodos Grass y Galeano
Escritores no de las elites académicas y cuyas principales virtudes eran el valor y la fuerza.
Escritores no de las elites académicas y cuyas principales virtudes eran el valor y la fuerza.
En este país no hay día sin escándalos, algunos mayores otros mínimos, pero que crean todos este malestar que estamos viviendo. Uno de los pequeños escándalos recientes que no quiero dejar sin comentar es aquel en que el papa Francisco expresó su temor de que la Argentina, su país, pudiera mexicanizarse. Esta declaración privada puso, sin embargo, nerviosos a los altos niveles del poder que se apresuraron a minimizar esta opinión, sin atreverse, claro, a iniciar una polémica con el jefe de la Iglesia católica.
Los hombres en el poder no son ya figuras lejanas sino que quedan demasiado cerca de los espectadores.
En el artículo anterior de esta pequeña serie, hablábamos del tema número uno de la política contemporánea, que es la relación entre el poder y los medios o, jugando con las palabras, con el poder propio de los medios, un poder intrínseco a su esencia y a sus posibilidades.
En el siglo XX se dieron grandes avances en el espectáculo político. No quiero dejar de reconocer a un genio del mal, pero genio en fin, que se llamó Dr. Joseph Goebbels que es la otra luminaria del siniestro equipo nazi. Goebbels, el gran precursor, quien descubrió el poder de la radio sobre todo como instrumento de dominio político pero también tenía su corazoncito por el cine, un medio en el cual se sentía sumamente feliz.
Se paga y se calla, y todo el mundo parecería estar de acuerdo con que éste es el único posible estado de cosas.
No, no quiero escribir de Ayotzinapa porque estoy muy enojado. Pero permítanme una celebración personal, en estos días en que se abren aunque sea por unos momentos las puertas de la esperanza. Y consciente de que se trata tan sólo del principio de un proceso que puede ser difícil: el retorno de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que fue propiciado por los canadienses y el papa argentino.
“Todo el poder disuasivo del Estado no ha sido capaz de borrarlo” Lógica perversa de la política Guillermo García Oropeza Hace muchos años vi una película italiana, muy curiosa, que se me quedó grabada, no porque fuera una obra maestra, no se trataba de una Dolce vita o de una Muerte Seguir Leyendo
No sé si hablar de tibieza o de confusión pero se perdió oportunidad de oro para que el gobierno demostrara una imagen fuerte.
El Estado mexicano en que estamos viviendo vive las más extrañas paradojas: quisiera subrayar una que últimamente ha provocado un verdadero escándalo internacional, una verdadera catástrofe de imagen pública. Me refiero, claro, a lo que es sólo la punta del iceberg, el de los estudiantes desaparecidos misteriosamente y que se han simplemente volatilizado, creando una ola de mala imagen para este pobre país a lo largo del mundo.
No es la primera vez que un gobierno mexicano trae a un arquitecto extranjero como si no los hubiera buenos en el país.
Al arquitecto Romero seguramente algo le ayudó a conseguir esta chambita el ser yerno de Slim.
Algunos intelectuales judíos en Israel y en el mundo no están de acuerdo con las tácticas fascistas de Netanyahu.
Se trata del problema más endiablado (o más divino) de la historia, y me refiero, claro, al conflicto Israel-Palestina, cuyo origen primero habría que buscarlo en el año 2200 antes de Cristo, cuando un rico patriarca que conocemos como Abraham sale de su tierra en Ur de los caldeos hacia una tierra que su Dios que conocemos como Yahveh le ha prometido y que conocemos como Canaán.
El Viejo Testamento, ese libro a veces poético, a veces grandioso, a veces tan adulto y fuerte y tan lejano de la delicadeza de los libros piadosos.
Querido Henrique: Bendito Mundial de Futbol que me sacó de mi irresponsable inercia y me hizo que por fin te escribiera esta carta que renueva nuestra amistad que no por epistolar es menos intensa.
He descubierto que el futbol es algo mucho más importante que un simple deporte.
Y así vemos a Quevedo, maledicente maravilloso, ponerle las banderillas a Góngora llamándolo “Ruiseñor de los putos” ¡olé!
México fue un aliado leal de esa República que al final nos mandó una brillante generación que enriqueció nuestra vida nacional.
Don Felipe, en estos momentos todavía Príncipe de Asturias, será seguramente impuesto por la maquinaria de los dueños de España.