Constitución de México
Desde luego, los pocos que rememoran esa data con nuestra Carta Magna, no todos distinguen qué es iniciar, discutir, aprobar, sancionar, promulgar y publicar.
Desde luego, los pocos que rememoran esa data con nuestra Carta Magna, no todos distinguen qué es iniciar, discutir, aprobar, sancionar, promulgar y publicar.
Desde su triunfo electoral contundente (el 1 de julio del 2018, “aiga sido como aiga sido”, como dicen que dijo su colega, el presidente Felipe Calderón), la sensación de poder la tuvo de inmediato.
Ante ese infernal desastre, los indígenas sentían ser víctimas de la ira de sus antiguos dioses; y los españoles, mal orientados por los misioneros católicos, juzgaban que si dios, así lo quería, sus razones divinas debían ser respetadas.
Dentro de ese vínculo de armonía humana, tomamos del filósofo de Éfeso su teoría. Heráclito aseguró, en uno de sus fragmentos: “No hay ejes centrales, pues todo se pivotea a través de todo”.
Lo cierto es que lo plantado y sembrado en el 2021, y en los lapsos anuales anteriores, es lo que cosecharemos en este año de pares que, según pesimistas versificadores: nos traerá pesares, y según los optimistas: hará bien en los hogares.
Ese presidente López, llamado por el pueblo “héroe del sainete”, fincó su largo periodo presidencial en desunir a los mexicanos, y en regalar dinero de las arcas públicas para corromper gente que, en su ignorancia y pobreza, le servía ciegamente.
En labios de ella, la Noche Buena y la Navidad eran (24 y 25 de diciembre) una narrativa cuentística de cómo José, a pie, y María sobre un jumento, fueron humildemente pidiendo posada, casa por casa, sin encontrar sitio para el nacimiento del hijo que en su vientre llevaba.
La cantidad de caribeños, sur y centroamericanos, que intentan ásperamente cruzar por México para llegar a Estados Unidos de América, aumenta con rígida constancia. Migrar, y ser sedentarios, forma parte de la naturaleza humana.
Un autócrata nunca será el motor de la historia; ni es la conciencia que revoluciona a las otras conciencias. Hitler no hizo a la Alemania nazi.
Podría ser, con sus eufemismos y ocurrencias, que encargue al INE organizar una votación popular que decida el sustituto de su actual apelativo.
Mientras, la 4T con nuestros impuestos se fortalece, para exclusivamente ganar elecciones. El presidente Andrés Manuel López Obrador se olvidó de que no sólo de elecciones vive el mexicano.
Las mañanitas del rey David” no existían. A Porfirio Díaz, sus lambiscones, le coreaban ese corrido con las mismas notas musicales, actualizándole, año tras año, la letra del épico mensaje.
Pero un presidente de la república, que tenga un mínimo de sensatez, debe gobernar para todos los mexicanos, repito, ¡para todos los mexicanos!, pues resulta insensato o locura imprudente, que marque oficialmente dicha división: de ricos, clase media y pobres.
Al parecer, nadie echó de menos, en esa asamblea, la inasistencia del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, “subcampeón de popularidad en el mundo”, según él mismo y una revista que, acaso, andaba jugando bromas.
Recién, se lanzó en contra de su alma mater: la Universidad Nacional Autónoma de México y, con ello, atacó a las principales universidades de nuestro país.
Y hace 207 años que se realizó su añorado sueño en esa constitución, en donde del artículo 181 al 231 instituyeron al Supremo Tribunal de Justicia, a los Juzgados Inferiores y al Tribunal de Residencia, con sus facultades, sus administraciones, y su funcionamiento coordinado.
“Iniciativa Mérida” murió hace días, sin tumba ni epitafio porque sólo se le cambió el nombre, dándole algunos retoques para cubrir apariencias. Su nuevo nombre: “Entendimiento Bicentenario”. Es la misma gata, simplemente revolcada.
El liberalismo en México llega con retraso; apenas en el inicio de la segunda mitad del siglo XIX resurge el pensamiento de José María Luis Mora, y toman los estandartes liberales los jóvenes que auxiliaron a Don Juan Álvarez para hacer triunfar la Revolución de Ayutla.
No hacen bien quienes destruyen pedestales o bajan las esculturas que los seres humanos, por alguna razón, han elevado y ungido.
Recordemos que se acordó fundar al Celac en la Riviera Maya, México, a principios del 2010, siendo presidente Felipe Calderón Hinojosa