Un ladrón en la presidencia
El gobierno lleva cuatro años trabajando en desvalijar la Constitución, la división de poderes y el Estado de derecho para que impere la “ley del ladrón”, secuestrar en el 2024 la democracia y construir un Maximato.
El gobierno lleva cuatro años trabajando en desvalijar la Constitución, la división de poderes y el Estado de derecho para que impere la “ley del ladrón”, secuestrar en el 2024 la democracia y construir un Maximato.
Para López Obrador esa reforma es decisiva. Por eso ha utilizado toda la fuerza y violencia política que le da el poder para doblar a diputados y senadores.
La elección interna de Morena fue un fiel reflejo de lo que es ese partido y una ominosa señal de lo que está dispuesto a hacer el gobierno para no perder el poder.
Para López Obrador el petróleo, la electricidad y la minería no son un asunto de soberanía, sino de dinero para seguir patrocinando a su clientela política y preservarse, de una u otra manera, en el poder.
El tabasqueño llega al orgasmo cada vez que MC suelta frases como “Hay sumas que restan” o cuando el PRD critica la baja votación a favor de Movimiento Ciudadano.
Presidente: ¿Es usted narco? ¿O aspira a convertirse en uno de ellos? Son preguntas que nos hacemos los mexicanos porque lo vemos lucir y presumir sin pudor la relación de amistad que tiene con los criminales.
No come carne humana –hasta donde sabemos–, pero sí carcome leyes e instituciones. Su platillo favorito es devorar el honor y el prestigio de hombres y mujeres que no piensan como él.
La mala noticia para el testamento de López es que lo pueden lograr. Dante Delgado, dio una muestra de lo que sería la disputa por la presidencia de la república entre Morena y Movimiento Ciudadano con Monreal como candidato.
Premiar abusadores sexuales y ex gobernadores tolerantes con el crimen con embajadas y consulados es un mero reciclaje de la impunidad de la que hoy gozan quienes deciden ponerse a las órdenes del presidente.
México, por lo visto, está lleno de políticos agachados. De esos a los que solo les importa quedar bien con el presidente. En eso no es diferente la Cuarta Transformación. A la hora de aprobar el presupuesto 2022, los diputados de Morena y sus aliados rindieron pleitesía y soltaron incienso al tlatoani.
El miedo. México comienza a ser dominado por el miedo. Ese instrumento de control político que llevan a los pueblos a rendirse y abrir las puertas a los Auschwitz, a los Videla, a los Chávez, a los Daniel Ortega. Sentir miedo, aceptar ser dominado por el miedo, es el primer paso para rendirse ante la maquinaria totalitaria.
Lozoya y López Obrador son tal para cual. Dos mentirosos arrogantes que desprecian la ley y que estuvieron de acuerdo en tejer un montaje para hacernos creer que México estaba ante un juicio histórico anticorrupción.
¿Qué buscan? Apoderarse de la UNAM, punto. Representan esa ala de izquierda estaliniana que pretende acabar con la libertad de cátedra para imponer el pensamiento único de una izquierda obsoleta.
Morena, por ordenes del presidente, dio un golpe a los donativos para la gente más pobre. Decidió reprimir y castigar fiscalmente la filantropía, criminalizar y satanizar la ayuda humanitaria.
Dejen de engañarse y de pretender engañar a otros. La única razón por la cual ustedes votarían a favor de la reforma eléctrica propuesta por el régimen es por miedo. Temor a lo que todos sabemos. ¿Para que repetirlo?
La pregunta de la boleta sirve para todo y para nada. No es para enjuiciar a expresidentes porque no hay denuncias y si las hay ya prescribieron.
Adelantar tres años y medio el calendario sucesorio logró que el video donde aparece Martín Jesús López Obrador recibiendo 150 mil pesos tuviera corta vida. Sin embargo, eso da pie para recordar el “modus vivendi” de la familia presidencial.
Hoy la sucesión presidencial es un asunto de seguridad nacional. No es —como hace creer el presidente— un divertido juego de “tapados”.
López Obrador tendrá que decidir de qué lado está. Si le interesa y conviene más ser aliado del crimen organizado o si colabora con Estados Unidos para enfrentar a los cárteles.
El 6 de Junio quedó demostrado el fracaso del régimen. Las urnas hablaron y Morena quedó eclipsado en la mitad del país. Soplan vientos nuevos y no precisamente a favor de la 4T.