El Chapo, de verdad ¿una víctima?

Primero fue su actual esposa, Emma Coronel, quien se quejó de que su marido Joaquín el chapo Guzmán Loera era sometido a una rutina inhumana: no le permitían dormir y se habían acrecentado sus enfermedades— padece diabetes e hipertensión—. Sus abogados aseguran que ante las duras medidas de seguridad del reclusorio, urgía acelerar su extradición a Estados Unidos.