Delirio, intolerancia, paranoia
Estamos llegando a límites de la falta de respeto, cuando se ofende a la gente y se le considera imbécil, diciendo que denunciar al gobierno por su política contraria al derecho humano a la salud, es una “telenovela, golpista” como lo dijeron Gatell y el monero El Fisgón, ante las cámaras de la TV pública.