Carta de defunción
Es decir, el mandatario dejó ver a los padres de familia que no eran los niños, ni las familias lo que más le preocupa, sino las críticas de sus adversarios y su popularidad.
Es decir, el mandatario dejó ver a los padres de familia que no eran los niños, ni las familias lo que más le preocupa, sino las críticas de sus adversarios y su popularidad.
La Reforma al Poder Judicial va en sentido contrario a lo que hoy México necesita. Frente a una dictadura en ciernes requeriría de jueces, ministros y magistrados que puedan ejercer con más independencia y libres de cualquier tipo de presión, persecución o amenaza.
El 21 de marzo los electores vamos a competir con el poder del narco. Nadie puede estar más interesando en que el presidente permanezca en el cargo que el crimen organizado.
Ahora López Obrador regresa a Badiraguato para agradecer favores electorales. Hay que cumplirle al Chapo. No importa que hayan muerto y sigan muriendo más de 1 millón de mexicanos.
La pregunta de la boleta sirve para todo y para nada. No es para enjuiciar a expresidentes porque no hay denuncias y si las hay ya prescribieron.
Adelantar tres años y medio el calendario sucesorio logró que el video donde aparece Martín Jesús López Obrador recibiendo 150 mil pesos tuviera corta vida. Sin embargo, eso da pie para recordar el “modus vivendi” de la familia presidencial.
Hoy la sucesión presidencial es un asunto de seguridad nacional. No es —como hace creer el presidente— un divertido juego de “tapados”.
Cuando un Ejército pierde la plaza militar más importante, sabe que su futuro es vulnerable. Por eso los aplausos a la ingeniera se ha convertido en reclamos y gritos.
López Obrador tendrá que decidir de qué lado está. Si le interesa y conviene más ser aliado del crimen organizado o si colabora con Estados Unidos para enfrentar a los cárteles.
Las agendas de esos futuros gobernantes ya está cooptada. Tienen que devolverle el favor a quienes secuestraron, asesinaron, extorsionaron y repartieron dinero para que ganaran las urnas.
El 6 de Junio quedó demostrado el fracaso del régimen. Las urnas hablaron y Morena quedó eclipsado en la mitad del país. Soplan vientos nuevos y no precisamente a favor de la 4T.
Ha invertido la mayor parte de los recursos de la nación en la compra de conciencias y voluntades. La columna vertebral de su agenda pública es electoral. Primero los votos, más nunca los pobres.
El verdadero México votará para defender a las instituciones de tu enfermiza autocracia. Marcará la boleta para impedir que sigas actuando como un depredador de instituciones.
Y es que, nos guste o no, el “Mussolini tropical” va a estar en la boleta. Ha puesto contra las cuerdas la equidad electoral, se ha erigido en el gran elector y en candidato único de Morena.
La tragedia del Metro lo volvió loco. Reconózcalo. Provocó un cataclismo en la columna vertebral de su proyecto político, de su mentira, de su farsa democrática.
Un gobierno que usa a los pobres como recurso de propaganda, que les endulza el oído al jurarles que “ellos son primero”, pero que termina tratándolos despectivamente, con servicios públicos de quinta.
Para López Obrador ustedes son por definición corruptos, a menos de que acepten convertirse en abyectos lisonjeros de sus decisiones. Eso fue lo que les dijo cuando lanzó la amenaza: “Si los ministros no extienden el mandato de Zaldívar serán cómplices de corrupción”.
Desde el golpe de Estado, encabezado por Victoriano Huerta en contra de Madero, México no había vuelto a ser víctima de una traición como la que hoy encabeza el émulo del “Chacal” en contra de la democracia.
Salgado es la esencia de lo que representa este régimen. Un vándalo que cree que sus testículos están por encima de la Constitución y del INE, un salvaje que cree que sus “bolas” son una patente de corso para violar mujeres y obtener una gubernatura mediante amenazas, fabricación de pruebas y engaños a la autoridad electoral.
El video donde se ve a una enfermera simular que inyecta a un adulto mayor lo dice todo. Nadie la molesta ni la presiona como alegaron en su defensa los voceros del Seguro Social.