Reforma judicial: la “navaja nacional”
López Obrador utilizó una vía constitucional, –presentó una reforma ante el Congreso–, para dar un golpe de Estado y disolver al Poder Judicial. Recurrió a la democracia para matar a la democracia.
López Obrador utilizó una vía constitucional, –presentó una reforma ante el Congreso–, para dar un golpe de Estado y disolver al Poder Judicial. Recurrió a la democracia para matar a la democracia.
Cuatro magistrados aceptaron convertirse en aliados de un proyecto político que busca poner punto final a la división de poderes y al Estado de derecho.
En un país sin cultura jurídica, que ríe con obras de teatro callejeras montadas por Morena para humillar la figura del juez, no se entiende que la reforma de López pone en riesgo los derechos más elementales de cada mexicano.
Este es un gobierno podrido. Ha tejido una red de corrupción, de impunidad y de protección a delincuentes. La complicidad con el narcotráfico ya rebasó todas las fronteras. Hoy está en los pasillos de la misma presidencia de la república.
Los consejeros del INE están a pocas semanas de dar a conocer la distribución de plurinominales y la composición del Congreso. La gran pregunta es si van a actuar con independencia o si ya aceptaron convertirse en agentes al servicio del régimen.
Un presidente que presume ser todo poderoso, que ha soltado frases como “Un presidente lo sabe todo”, en esta ocasión poco le ha importado aparecer como un mandatario desinformado…
Trump ha sido el presidente más antimexicano de los últimos tiempos. Ha insultado a México y a su pueblo como nadie lo ha hecho y de este lado no hay quien defienda la dignidad de la nación.
La estrategia del régimen es evidente: anular a la oposición. Dejarla sin peso político, con una presencia meramente testimonial y sin voz para comenzar a construir desde las cámaras una dictadura.
Acosta Naranjo y distintas organizaciones ciudadanas hacen la propuesta cuando el gobierno está a punto de asaltar al Poder Judicial y dar un golpe mortal a la columna vertebral de las instituciones democráticas.
La ministra Norma Piña es una de las principales víctimas de la inversión moral impuesta por el régimen. Hoy acatar la Constitución, defender la autonomía y la independencia del Poder Judicial, evocar la ley es considerado como una agresión al presidente de la República y a su proyecto.
La reforma propuesta parte de dos falsedades: no es un remedio a la corrupción y tampoco facilita el acceso a la justicia. Esas no son sus prioridades. No hay en la iniciativa una sola letra para mejorar la administración de justicia.
La Presidenta que necesita México tendría que estar dispuesta a dialogar con todas las fuerzas políticas, con todo el abanico de un país multicolor. Sentarse a enhebrar con la oposición a ese México que necesita unirse y reconciliarse para vivir en paz.
Por encima de Claudia está la Cuarta Transformación. No es ella la que obtuvo 35 millones de votos en las urnas. Los ganó un movimiento del que no puede desviarse y al que le debe total fidelidad.
El gobierno lleva más de 2 mil días tocando puertas, repartiendo dinero y apoyos casa por casa. Lleva casi seis años utilizando la dádiva, la amenaza y el chantaje para comprar votos.
Esta es la última llamada a los mexicanos libres y a quienes aceptaron por indiferencia, apatía, ignorancia, oportunismo o conveniencia convertirse en esclavos del gobierno.
Nunca, a lo largo de la campaña, hizo un llamado a la unidad nacional. Jamás dio muestras de que estaría dispuesta a abrir las puertas a sus adversarios. Sólo dejo ver que, de ganar, atizaría la división y la confrontación entre mexicanos.
López Obrador y sus pregoneros llevan semanas descalificando a la “marea rosa”. A un movimiento ciudadano inédito que surgió para poner un alto al autoritarismo de un régimen depredador.
La república significa poner a salvo al país de un autoritarismo depredador. Representa defender la Constitución de una pandilla que intenta derogarla para hacer otra que no ponga obstáculos a su voracidad de poder.
El mensaje “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador” es una amenaza y una advertencia a la base social de Morena. La “muerte social” o la “muerte política” vendrá por ti si no votas como quiere el presidente.
La denuncia en contra del expresidente de la Corte, Arturo Zaldívar, es la radiografía de un personaje oscuro, la historia de un juez que traicionó a su país y a la Constitución por el hambre insaciable que tiene de dinero y poder.