Para nunca más vivirlo, nunca más negarlo
La masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 fue tipificada como un genocidio por el Poder Judicial de la Federación.
La masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 fue tipificada como un genocidio por el Poder Judicial de la Federación.
Los responsables no fueron sancionados pues se les concedió una “amnistía de facto”.
Que rectifiquen y den marcha atrás al inaudito otorgamiento de facultades que harán posible la interferencia militar en la vida civil.
Es una fuente de violaciones graves a los derechos humanos.
Acarrearía la extinción del sector de los marinos mercantes y la quiebra de un buen número de empresas.
Concedieron plenos poderes jurídicos a los tribunales milicianos a fin de que autoricen cateos en domicilios de civiles.
Destaca por su extrema gravedad la posibilidad de que el derecho humano al juez natural sea suspendido.
Se está exigiendo al jefe del Estado mexicano que se cumpla con el imperativo jurídico de la verdad, la justicia…
Que haga públicos los archivos donde consta la verdad sobre este horrendo crimen de lesa humanidad.
Hágase lo que se haga, será el ombudsman continental el que dirá la última palabra.
En las altas esferas ha germinado la semilla de la paranoia, la intolerancia y el autoritarismo.
Ameritan una respuesta contundente por parte de las organizaciones de la sociedad civil.
Es imperioso prorrogar el mandato del GIEI y atender sus recomendaciones.
Luchadoras sociales como Nestora Salgado han sido perseguidas y encarceladas.
El pasado es la huella de una realidad que nos convoca y apela a nuestra responsabilidad.
Síntomas de una manifiesta incapacidad política y de un muy preocupante estancamiento mental.
La interpretación que los ministros de la segunda sala de nuestro máximo tribunal hicieron del artículo 48 de la Ley Federal del Trabajo, el proyecto de reforma laboral en materia de conflictos del trabajo y el TPP o acuerdo transpacífico, tienen un denominador común: todos ellos son instrumentos jurídicos total y definitivamente regresivos puesto que a través suyo se está contraviniendo flagrantemente la prohibición que tienen los Estados de reducir los niveles de protección de los derechos o derogar los ya existentes.
La prohibición de la regresividad en el campo de los derechos humanos es una conquista histórica que asegura la prevalencia de la ley de los más débiles y el sometimiento de los poderes salvajes a los controles inherentes al paradigma del Estado constitucional de derecho.
El Holocausto o Shoah, el exterminio de más de diez millones de seres humanos en horrendos campos de concentración, sin lugar a dudas constituye la más grave de las afrentas a la conciencia ética de la humanidad.
La derrotabilidad del derecho es una preocupante patología política. Para el tratadista H. L. A. Hart, ilustre profesor de la Universidad de Oxford y autor de la teoría que concibe el derecho como un sistema de reglas