Luto en los gabinetes
Afortunados fueron López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, Salinas y Zedillo que no tuvieron que enterrar a un amigo y colaborador en funciones.
Afortunados fueron López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, Salinas y Zedillo que no tuvieron que enterrar a un amigo y colaborador en funciones.
En un futuro cercano o lejano pero ineludible, los mexicanos estamos obligados a la previsión, a la concordia, a la reconciliación o, cuando menos, al perdón.
“Aquí nadie se cansa, nadie se asusta, nadie se enoja, nadie se pelea y nadie se raja.”
Las contiendas internas de los partidos políticos tienen el aspecto positivo de brindar ciertos mensajes de democracia interna y de remisión de las decisiones unipersonales cupulares.
El gobierno acusa fuertes dosis de impotencia pero la oposición revela grandes cuotas de ineficiencia.
Que estos acuerdos no nos resulten para las evocaciones del futuro como la carretera de mi pueblo ni sus protagonistas como aquel alcalde.
Tenía razón José Ortega y Gasset. El verdadero político no se contenta con pensar y con hablar. Tiene el frenesí de la creación. Hace y hace.