El poeta, el cuentista
Eraclio Zepeda
Alí Chumacero, liturgia de lo cotidiano
Alí Chumacero (Acaponeta, Nayarit, 9 de julio de 1918-México, D. F. 22 de octubre de 2010) ha conseguido distinguirse como un autor riguroso.
Voz que permanece joven
Óscar Oliva, en sus ochenta años.
José Emilio Pacheco, lucidez e inteligancia
Desde sus inicios persiste una visión cósmica prefigurando el poema; el transcurso del mundo permeando ritmos y acentos. Por supuesto que desde esta perspectiva la revelación surge irrebatible.
Rosario Castellanos, gozo devastador
La reflexión surge luego de observar con detenimiento la conciencia sensible, interior, de esta autora, metamorfoseada en cantos elegíacos, trágicas transparencias intimistas, que se enhebran en versículos contundentes, con suaves hemistiquios.
López Velarde, la conciencia sacrílega
Desde sus primeros poemas (1905-1912) utiliza versos de 14 sílabas, con algunos pareados que establecen la resonancia y algunas comparaciones similares a la de la poesía hebrea.
Eduardo Lizalde, el Tigre
En ocasiones su mensaje se vuelve inquietante, en momentos herético, como se advierte en el poema “Grande es el odio”, que revela la certeza apasionada de su verso.