La Constitución Frankenstein
En medio de sesiones a medias, larguísimas discusiones y debates, denuncias de vicios y fallas por fin se pudo construir la primera Constitución para la Ciudad de México.
En medio de sesiones a medias, larguísimas discusiones y debates, denuncias de vicios y fallas por fin se pudo construir la primera Constitución para la Ciudad de México.
Permitieron que se aprobara, con graves inconsistencias, el proyecto presentado por Mancera.
Buscan anular los significativos avances en materia de derechos humanos, de planeación democrática, de combate a la corrupción.
Es un sobresaliente avance, que se obscurece al obtener un cúmulo de impugnaciones.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación se enfrentará a uno los asuntos más complejos en su historia.
Ahora le toca a la Suprema Corte de Justicia de la Nación participar en dicho proceso y ello no tiene por qué generar ningún temor o suspicacia.
Esta constitución es compleja y su discusión debió de requerir más tiempo.
Ojalá que los trabajos de los encargados de elaborarla no se empañen con la prisa y la cortedad cronológica, pues esta ley puede considerarse como el espíritu central de la Constitución.
Será el alma: la causa eficiente y el principio organizador de ese nuevo cuerpo viviente que deberá ser una alcaldía.
En el centenario y complejo trayecto de nuestra Constitución también quedan los testimonios de nuestra pluralidad ideológica, étnica, lingüística.
Es letra muerta porque el empoderamiento de la impunidad y la corrupción parecen romper todos los récords.
Ejercicios estériles y hasta ridículos por darnos más leyes inoperantes.
Espera ser bien conocida por los 120 millones de mexicanos; que la hagamos propia, y la apliquemos siempre.
Por eso, aplaudo las iniciativas de reformar la Constitución que llevan a cabo diversas agrupaciones ciudadanas, como la realizada por La Constituyente Ciudadana y Popular.
Es una Constitución que ha resuelto el tránsito de un sistema de partido hegemónico a un sistema multipartidista, democrático, de alternancia.
Las prisas los están llevando a una situación de copy/paste con redacciones presurosas negociadas en la Junta de Coordinación Política.
El proyecto de Constitución local es un vertedero de ocurrencias, sueños, buenos deseos y meras tonterías.
Una Constitución para que la capital siga siendo el principal centro de negocios en América Latina.
Entrevista con Manuel Jiménez Guzmán/Gran comendador del Supremo Consejo de México
Nuestra Constitución original no sólo creo un Estado de derecho, sino un Estado social de derecho.