Venezuela: ¿y ahora qué hacer?
Nuestro país reconoce Estados, no gobiernos, además es contundente y explícita la política de no intervención.
Nuestro país reconoce Estados, no gobiernos, además es contundente y explícita la política de no intervención.
En su momento, Maduro ganó la presidencia en elecciones amañadas. Tomó el poder con el apoyo del ejército (que continúa apoyándolo) y en base a “interpretaciones oficiales” ha (des)gobernado Venezuela.
Su esposa ha anunciado que el político ya está en casa.
Lilian Tintori: “No sabemos dónde está ni dónde se lo llevan”.
La Constituyente empezará a tomar decisiones a pesar de no ser reconocida por España, Estados Unidos o la UE y tras una represión brutal que dejó 10 muertos.
Es necesario que la sociedad internacional defienda las instituciones democráticas.
El presidente del Parlamento, Julio Borges, declaró que el presidente está ya “prácticamente revocado”.
Un ex subalterno del propio Maduro robó un helicóptero con el sobrevoló el palacio presidencial y el Ministerio del Interior, donde disparó un lanzó una granada que no explotó.
Propusimos el gobierno abierto, es decir, el gobierno transparente y rendidor de cuentas, de manera sistemática y diaria.
Son pocos los programas que se orientan al conjunto del grupo familiar.
Nuestra ciudad está en el penúltimo lugar en cuanto a facilidad, economía y rapidez con que puede abrirse un negocio.
Tocará a los ministros de la Corte determinar si para la integración del Congreso regirá la fórmula contenida por la Constitución.
El objetivo fue que la Constitución naciera armonizada con las personas con discapacidad.
Sorpresivamente, se han presentado varias controversias constitucionales ante la Corte.
México fue el primer país en el mundo que reconoció la existencia de garantías sociales.
Básicamente considero que la Constitución de la Ciudad de México expresa las demandas y posiciones de la izquierda más progresista, que es la que prevalece en la sociedad capitalina.
El horizonte hoy inscrito en la Constitución Política de la Ciudad de México no tiene muros ni fronteras.
La brutal represión gubernamental de las manifestaciones desde inicios de abril suman ya 38 personas muertas y cientos de heridos.
El trabajo de la política es el consenso razonado; la búsqueda y acuerdo de objetivos comunes, así como la selección de vías o instrumentos para alcanzarlos.
Ante estas acciones y reacciones, quienes formamos parte en su momento de la Asamblea Constituyente debemos adoptar una posición objetiva y propositiva.