No tuve un bebé… y escribí una novela
Cuando la retomé ya me había resignado a que no habría bebé, pero me propuse que hubiera novela.
Cuando la retomé ya me había resignado a que no habría bebé, pero me propuse que hubiera novela.
La música, ese misterio es un recorrido por los registros más sorprendentes de la música: nos enseña, nos ilustra y nos divierte, a la vez que nos despierta el apetito por conocer o volver a escuchar aquello de lo que nos está hablando.
Se trata de narrativa moderna, que pone el acento en la pérdida de identidad tras el abandono violento del lugar de origen.
El fundador del Museo del Escritor, Avilés Fabila, entre sus libros se cuentan Los juegos, Tantadel, Borges y yo, Réquiem por un suicida, El gran solitario de palacio. El editor de la revista literaria El Búho —continuación del suplemento de mismo nombre que tuvo en sus páginas el diario Excélsior— recibió, entre otros galardones, la medalla Bellas Artes por su trayectoria literaria.
Manuel Fabregar me dijo que Odette había muerto y preguntaba si iría al sepelio… No, no iré al sepelio. Detesto las ceremonias fúnebres. Prefiero lamentar en silencio y en mi casa su desaparición…
En periodismo, como en la literatura, fuiste un maestro, un incansable oficiante por más de cincuenta años.
Este volumen se divide en dos apartados y reúne 28 textos, precedidos por una “Advertencia” que estremece, por obvias razones: “Se trata acaso de fragmentos de novelas, cuentos u obras teatrales perdidos o de una sola obra: aquella que infatigablemente vamos escribiendo mientras nos llega la muerte (cursivas mías)”.
Me propuse crear una obra literaria en la cual cupieran Monterrey y sus alrededores.
El encuentro con René Avilés abría caminos comunes por los cuales acompañarnos de vez en cuando en un estar en el aquí y ahora que nos tocó vivir para humanizarlo.
Fumar causa cáncer, capricornio y libra. Fumar amputa un miembro del Partido Comunista. Si fumas en demasía, fuma mejor con las minorías. Fumar provoca coágulos, triángulos y paralelopípedos. Fumar a veces sólo causa pedos.
En oposición a la idea unívoca de la literatura, el dramaturgo argumentaba en favor de la literatura gay. El tiempo dio la razón a Gonzalo Valdés Medellín. En la actualidad, las editoriales, las librerías, los medios de comunicación, la crítica, la academia, los lectores y, además, muchos creadores utilizan el término para referirse, visibilizar, problematizar y aquilatar un fenómeno literario fascinante.
Los años ochenta, su primer lustro, en suma, serán fundamentales y en muchos aspectos fundacionales, para la asunción de la condición homosexual a través de la literatura y otras expresiones artísticas y en paralelo políticas.
Cierto es que Monsiváis se aferró constantemente a quedarse dentro del “clóset”, aunque fuera de cristal, pues su reiterado argumento de que no quería ser considerado “el intelectual gay” —como lo confirma Peralta y como se lo dijera Monsiváis a Sabina Berman— fue rebasado por su participación tanto intelectual, de lucha presente y, por supuesto, su homosexualidad que, ésa sí, la ejerció a plenitud con parejas que tuvo y se mencionan en el volumen, o sus disfrutes en las “pasarelas” de los hombres desnudos en los baños de vapor.
En México se reencuentra con el idioma, pero también con el clima. El era del sur de Andalucía, donde hay calor, luz, playas, y estuvo en Glasgow, una ciudad con clima horrible.
Este es un libro que nos ha compartido Marco Aurelio Carballo para que no falte en “nuestra cabecera”, es un libro para releer y conocernos a nosotros mismos a través de los escritores y su forma muy peculiar de ver la existencia y la creación