Radosh y Montes de Oca: Dueto actoral de altura
La comedia se desarrolla con armonía, con gracia sempiterna, en un tono realista que sabe escarbar en el subconciente del espectador.
La comedia se desarrolla con armonía, con gracia sempiterna, en un tono realista que sabe escarbar en el subconciente del espectador.
La obra se compone de seis breves piezas que inciden en la realidad cotidiana de la juventud, sus amores, pasiones, diversidades, debilidades y patologías, penetrando en el corazón de los espectadores.
La dirección de Eduardo Soto es en verdad loable al saber combinar y equilibrar con destreza cada momento de diálogos humorísticos, elementos audiovisuales y coreografías paródicas.
“Obra de sketches y stand up donde el amor es absurdo y el desamor una fiesta”