Morena podría ser como el viejo PRI
Morena es más que un partido, es un amplísimo paraguas, bajo el cual caben “todos los de buena voluntad”.
Morena es más que un partido, es un amplísimo paraguas, bajo el cual caben “todos los de buena voluntad”.
El federalismo mexicano está descoyuntado y eso ha creado dificultades serias para la gobernabilidad.
Nada es más peligroso para los pueblos que las fantasías de sus líderes políticos, porque esas fantasías fácilmente se convierten en pesadillas.
La campaña de López Obrador le ha permitido, casi sin resistencia, colocarse a la cabeza de las preferencias electorales.
De eso se tratan las campañas, de que a nosotros se nos caliente la cabeza, que dejemos que nuestras opiniones políticas nos dividan.
Ciudadanos muy enojados, indignados, pero no quieren sacrificar un domingo para ayudar a que el cambio que desean sean ordenado y pacífico.
Se han acotado las facultades metaconstitucionales presidenciales, pero también se acotaron algunas de las constitucionales.
López Obrador ha mostrado eficacia en sus estrategias y tácticas.
Todos los candidatos piden poner un alto a la guerra contra las bandas del crimen organizado.
Como sea, al arranque de los 90 días finales de la campaña, digan lo que digan, no hay nada.
Los ciudadanos de a pie, cuando creen decidida una elección, siempre encontrarán pretextos para no acudir a las urnas.
Nos tiene que explicar exactamente cómo sería su presidencia, en el posible caso de que ganara las elecciones.
La derrota puede provocar que la inconformidad con los resultados de una elección pueda conducir a protestas violentas.
Arrojaría una nube de sospecha sobre la elección presidencial y sobre todo el proceso electoral.
El tiempo dirá si el tabasqueño pasará la prueba de todo demócrata: acatar la voluntad de las urnas.
No aprendemos que alguien advirtió que los que no aprenden de la historia corren el riesgo de repetirla.
A los ciudadanos les interesa saber qué efecto tendrán las propuestas de los candidatos en su entorno familiar o laboral.
Quizá sea tiempo para que busquen cuáles serán los argumentos con los cuales buscarán ganar el favor de los votantes.
De alguna manera, la diferencia de religiones alimenta más peleas que las diferencias en política.
El diálogo es esencial en una sociedad como la nuestra, con los puntos de vista más diversos, más contradictorios.