La “justicia” electoral en Puebla
El Poder Judicial camina hacia el despeñadero.
El Poder Judicial camina hacia el despeñadero.
La sociedad civil debe tomar el pleno control de las instituciones, un proceso democratizador mediante el cual se llegue a un estado en donde poco importe el color o interés del candidato.
“El INAI funciona estupendamente, si vemos los números de lo que recibe contra lo que decide, resulta espléndido”.
Quienes ahí están tienen un papel estabilizador y de armonización de la sociedad, dictando fallos de última instancia.
Está con nosotros desde hace algunas décadas y se asentó de manera gradual —confiamos— de manera irreversible.
La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales es clara, exige la postulación de fórmulas de dos personas del mismo género.
Es tiempo de desfacer el entuerto y restituir a la JGE la competencia que la legislación le otorga, no de repetir los errores jurisdiccionales.
Durante los procedimientos electorales todos los días y horas son hábiles.
El tabasqueño recibió la constancia que lo acredita como ganador de la elección con el 53.20 por ciento de los votos.
Andanada vulgar y desenfrenada del nuevo presidente virtualmente electo, quien utiliza una actitud y un lenguaje que no corresponde a su próxima investidura.
El partido, con registro perdido o cancelado, debe entrar en liquidación, como cualquier otro sujeto de derecho, sociedad, asociación.
La posible contravención de esta prohibición debe ser investigada por el INE y sancionada, en su caso, por el Tribunal Electoral.
Poner en duda su imparcialidad y transparencia es grave para el sistema democrático.
Seguramente algunos aspirantes se van a centrar en cuestionar, denostar y adjetivar a sus oponentes, lo que no sería extraño.
Arrojaría una nube de sospecha sobre la elección presidencial y sobre todo el proceso electoral.
Se desarrolla cada seis años, para elegir presidente de la república, senadores y diputados al Congreso de la Unión.
El Poder Electoral, en una república democrática y federal, debe estar en el ámbito del poder federal.
Parece ser un tema solo interesante en la teoría jurídica, en la especulación doctrinaria; sin embargo…
Los órganos jurisdiccionales electorales locales de la república ya no forman parte del Poder Judicial de la entidad, lo cual es un gran acierto.
La incredulidad en la política puede llevar a callejones sin salida, de los cuales no salen las naciones sin pagar un sangriento costo.