camacho

Margarita Zavala escupió para arriba

El partido político que durante años representó en México el pensamiento conservador más respetable de nuestra geometría ideológica, el cual degradó sus principios democráticos cuando empezó a despedir un fuerte olor a sacristía —por supuesto me refiero al PAN original de Gómez Morin y sus demás fundadores—, vive actualmente un gravísimo proceso de descomposición que le ha ocasionado una pérdida de identidad que confunde a quienes, hasta hoy, han sido militantes o simpatizantes de sus postulados.

camacho

2015 fue un escalofriante

El genial lexicógrafo Roque Barcia, un erudito sevillano del siglo XVIII, compañero de andanzas periodísticas de Emilio Castelar, fue republicano y político de oposición, autor del diccionario de sinónimos más culto que haya conocido yo cuando menos, que soy lector de cuanto diccionario cae en mis manos, lo que me lleva a encontrar esta definición y el concepto de lo que es una “costumbre”.

camacho

¿Duerme el Presidente con el enemigo?

En la última sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, celebrada apenas hace unos días en Palacio nacional, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que, independientemente de que se han logrado avances con respecto a esa punzante asignatura del régimen que sigue asolando a la sociedad, la realidad es que por ello mismo no puede considerarse satisfactorio el balance de estos primeros tres años del peñismo en la materia.

camacho

Salario del miedo

Salomón Chertorivsky, secretario de Desarrollo Económico del gobierno de la Ciudad de México y uno de los principales operadores políticos del jefe del Gobierno, Miguel Ángel Mancera, comentó que la decisión de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos de aumentar en cerca de tres pesos la percepción que obtendrán los trabajadores para el año 2016 era un albazo, y que el incremento al salario mínimo representaba una ofensa para la clase trabajadora nacional.

camacho

Que no sean negocio de unos cuantos

En México todos los partidos políticos se han convertido en un jugoso negocio para sus líderes. Sobre todo para aquéllos que son vitalicios, como son los casos de Morena, propiedad de Andrés Manuel López Obrador; PVEM, cuyos dueños son Jorge Emilio González Martínez y sus cuates; Movimiento Ciudadano es de Dante Delgado Ranauro, y el escuálido Panal, antes franquicia de la que era cacique absoluta Elba Esther Gordillo y que actualmente se reparten los pillos de Gabriel Quadri de la Torre y el exideólogo de la maestra, Luis Castro Obregón.