Resucitar valores contra la maldad en México
Tres cuerpos humanos clavados, cada uno en su agobio, en lo alto del Calvario.
Llovía y se iniciaba la oscuridad. Esos hombres crucificados chorreaban sangre, y estaban en agonía.
Tres cuerpos humanos clavados, cada uno en su agobio, en lo alto del Calvario.
Llovía y se iniciaba la oscuridad. Esos hombres crucificados chorreaban sangre, y estaban en agonía.
El presidente López se encargó de fijar el número de muertos: 39; y en su terquedad lo sigue asegurando, aunque una realidad impertinente la coloca en 43 muertos hasta este momento. Con esa imprudencia del destino, el fuego le llegó a los aparejos al señor presidente.
Y un exagente de la DEA, hoy abogado en Texas, señala: “El problema que enfrentamos en EU es que el presidente López Obrador detesta a la DEA y, además, protege a los cárteles como nunca jamás se había visto”.
Ese evento gubernativo del pasado 18 de marzo en la Plaza de la Constitución tuvo una asistencia no mayor a 94 mil espectadores, y el costo por el acarreo de esos concurrentes es de más de 700 millones de pesos.
Ken Salazar, embajador estadunidense en nuestro país, de inmediato aseguró: “Mi prioridad es proteger a mis compatriotas en México. Hemos puesto en marcha una Web para que cualquier persona pueda subir imágenes o videos sobre lo ocurrido en Matamoros”…
Plagiar simboliza la acción de copiar o imitar voluntaria y fraudulentamente algo ajeno, como una obra académica, literaria, científica o artística, afectando los derechos de un autor; o también equivale a secuestrar…
Cossío, por su parte, reconociendo la grave responsabilidad de los ministros de la Suprema Corte, les solicitó: “Consideren las irregularidades (respecto al plan B) del proceso legislativo, por su serio potencial invalidatorio”.
Y agregó, además, “no tengo dinero para pagar un abogado… puede que encuentre a alguien que me cobre un porcentaje al terminar el juicio; y el porcentaje que yo gane, voy a entregarlo a familiares de víctimas de la guerra que desató Calderón”.
Esa actitud estadunidense de juzgar al todo por algunas de sus partes, no es nueva, ni buena; pero en ese juicio implican a ex presidentes de México, incluso al actual presidente López, por su reconocida y confesada actitud, al parecer amistosa, con uno de esos cárteles.
Y el autócrata López es el único que decide qué es la justicia, y qué no es justicia; ¡vamos!, la justicia es la que diga el pueblo, y el presidente es el único que sabe qué dice el pueblo, por lo que la justicia y el propio pueblo son de su exclusiva propiedad.
Nunca habíamos escuchado (en cadena nacional y a voz en cuello en una de sus tantas maña-neras) a un presidente amenazar como desquiciado: “El Poder Judicial sigue teniendo una persistente corrupción en ministros, jueces y magistrados…”.
Visto el caso, superficialmente, en nuestro sistema jurídico el peor de los criminales goza como toda persona de los derechos humanos garantizados por nuestra Carta Magna en su artículo primero.
El idealismo hegeliano describió el fenómeno de la transformación de la cantidad en calidad, y de la calidad en cantidad, y el materialismo marxista lo aceptó totalmente, indicando que sólo lo puso de pie, porque estaba de cabeza.
Defiende a los plagiadores, porque él es uno de ellos. Su tesis para recibirse, en la Facultad de Ciencias Políticas de la prestigiada UNAM, debería ser analizada cuidadosamente con método comparativo, respecto a otras que fuesen similares.
Todo el trabajo del presidente López tiene como eje fundamental sus maña-neras, y ahí le preguntaron: ¿Por qué no hay todavía suficientes medicinas y médicos para resolver el problema de la salud pública, como lo ha venido prometiendo desde hace años?
Por ejemplo, muchos anhelamos que ningún miembro del congreso de la unión, ni en secreto ni en público, afirme con tan repulsivo sometimiento: “Somos serviles a AMLO, y a mucha honra”, cuando “servil” significa no tener honra por ser rastrero.
El Poder Judicial de la Federación ejerce, en forma directa, la soberanía del pueblo en todas las atribuciones constitucionales que se le conceden a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Tribunal Electoral Federal, a los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito.
Por esos filósofos franceses del siglo XVIII, quienes murieron poco antes de que estallara su revolución (14 de julio del 1789 la toma de la Bastilla), llegó a la Nueva España la idea de división de poderes.
Con todo su “humanísimo macuspano”, su “4T-cuatrote”, su “pejelagarto”, y su “ganso cansado”, el actual presidente miente a la población, pues ha resultado ser el más radical de los conservadores neoliberales.
Empero, al insertarnos en una globalización obligada por el desarrollo, y de utilidad para encontrarnos con todas las naciones, hubo en nuestro país confusiones y ajustes, que no hemos tratado con la inteligencia debida.